Desde muy pequeño, Vicente presentó problemas con su sistema inmune, pero recién a sus tres años se le diagnosticó síndrome del linfocito desnudo tipo II, un trastorno que hace que infecciones u otros problemas de salud se produzcan con mayor facilidad. Si bien se trata con terapia de inmunoglobulina desde su casa, un trasplante de células madre sanguíneas es su única opción de vivir en libertad.

Según explica su madre, Camila Arellano, “Vicente disfruta mucho del karate. Es un niño muy activo, tiene una imaginación increíble. Le gusta pintar con tempera, andar en monopatín. Un trasplante es su única oportunidad para vivir una vida sin el miedo constante a enfermarse”.

Al ser hijo único, Vicente no cuenta con un donante 100% compatible dentro de su familia. Por eso, junto a DKMS lanzaron una campaña para encontrar a su gemelo genético.

Para él las medidas preventivas en contexto de pandemia son cosa de su diario vivir: además de no poder exponerse a mucha gente, impidiendo que asista a clases presenciales y cumpleaños de amigos, la familia tiene que tomar medidas de higiene especiales y las pocas veces que sale de su casa, Vicente siempre debe usar mascarilla.

“Cualquiera de nosotros podría ser la única persona en el mundo capaz de darle una segunda oportunidad de vida a un paciente como Vicente. La compatibilidad está ligada al origen étnico de las personas. Esto quiere decir que, mientras más personas de origen latino se encuentren registradas, mayores serán las probabilidades de que nuestros pacientes encuentren un donante compatible”, explicó Ignacia Pattillo, directora ejecutiva de la Fundación DKMS.

Quienes quieran registrarse deben tener entre 18 y 55 años, vivir en Chile y tener buena salud. Si se cumple con los requisitos, deben ingresar al siguiente link y seguir los pasos indicados.