Entre las tres regiones con salarios más bajos del país. Así se situó la región del Maule, donde el ingreso promedio es de $280.000, según un informe de la Fundación Sol.

Un estudio respaldado por la encuesta Casen reveló además que el 70% de las personas ocupadas percibe menos de $400.000 al mes. “El Maule, Ñuble y la Araucanía tienen los promedios más bajos”, explicó Marco Kremerman, economista del organismo y uno de los autores del informe “Los salarios más bajos de Chile”.

Afirmó que el problema de los bajos salarios es transversal, aunque algunas regiones registran promedios más altos. Esto se debe al predominio de sectores económicos de alta productividad, como la minería y los servicios financieros, que “corresponde a un segmento pequeño de la población que empuja los promedios hacia arriba”.

Agricultura

La razón principal: el carácter agrícola de la región. Según el análisis, al sostener en su investigación que dicho sector productivo a nivel país y, en el cual se sustenta la economía regional, es el que emite los salarios más bajos, promediando $270.000 al mes.

“Esto no significa que sea un sector productivo que genere poco crecimiento para los dueños de las empresas vinculadas al sector. Existe una asimetría importante, con la ganancia y el crecimiento de las grandes empresas vinculadas a los rubros agroexportadores, lo cual no se condice con el nivel de salarios que se pagan a los trabajadores”, dijo Kremerman.

El experto agregó que el denominador común entre las tres regiones es la alta presencia de población rural, sumado a la mayor empleabilidad del sector agrícola, los servicios y el comercio, donde también se registran bajos salarios a nivel nacional ($280.000).

En este punto, Kremerman añadió que la cesantía en el Maule está bajo el promedio nacional, pero las remuneraciones de no le permite a los ocupados llegar a fin de mes. Por ello, dentro de los núcleos familiares, todos los que están en edad laboral cuentan con algún empleo.

En materia de género, la brecha salarial promedia los $80.000 (aproximadamente) en la región. “La tasa de participación laboral en la mujer es menor que en otras regiones, lo que agrava esta situación”, precisó el economista.

Pobreza multidimensional

Frente a esta realidad, el seremi de Desarrollo Social, Juan Eduardo Prieto, señaló que el estudio de la Fundación Sol se sustentó en resultados de la Encuesta Casen 2017, donde se miden los ingresos, pero no el costo de calidad de vida. “Por ejemplo, no es lo mismo ganar $400 mil en Talca que en Antofagasta, que es una ciudad mucho más cara para vivir que cualquiera del Maule”, dijo.

Prieto explicó que “la Casen hace dos versiones que mide la pobreza desde una mirada multidimensional, y que es la que ocupan los países más desarrollados, donde además de ingresos, contempla los niveles de acceso a educación, salud, trabajo, seguridad social, vivienda y redes“.

“Mientras a nivel de ingresos estamos en tercer lugar de sueldos más bajos, en la medición multidimensional nos ubicamos en séptimo lugar”, concluyó.