En los últimos tres años se han entregado nuevos hospitales y otros se han renovado. En siete meses, más de cinco mil pacientes fueron atendidos en el Hospital de Talca, disminuyendo un 55% las atenciones pendientes. Rancagua, Calama y Antofagasta también redujeron sus listas de espera.

Una serie de hitos negativos marcó el hospital de Talca en las últimas dos décadas: intoxicaciones fatales de lactantes, cambios de recién nacidos y el terremoto de 2010, que destruyó parte de su estructura, consigna El Mercurio.

No obstante, tras la reconstrucción del hospital (entregado en 2016), se invirtieron más de $110 mil millones para pasar a tener 132 camas críticas, 471 camas básicas y 42 de pensionados, además de 18 pabellones quirúrgicos.

Ello logró reducir en un 55% la lista de espera en Talca. Según cifras del Ministerio de Salud, al 31 de diciembre de 2017, la cifra ascendía a 9.385 solicitudes, por lo que ahora quedan 4.228 prestaciones sin resolver.

“Desde el 1 de enero, al 15 de agosto del presente año, se han desarrollado diferentes actividades para resolver operaciones programadas con mayor antigüedad, fortaleciendo el trabajo prequirúrgico en traumatología, cirugía adulto y cirugía infantil”, explicó una autoridad del recinto.

Nuevos hospitales en regiones

En segundo lugar quedó Rancagua, que además absorbió atenciones de Chimbarongo. El nuevo centro asistencial de O’Higgins redujo en un 50% su lista de espera, al pasar de 13 a 15 pabellones quirúrgicos.

En el norte, el hospital de Antofagasta redujo sus pendientes en un 26,4%, al igual que Calama (inaugurado en noviembre de 2017), que disminuyó en un 25,7%.

El hospital de Lanco, en la región de Los Ríos, logró reducir en 65 las intervenciones pendientes de mediana complejidad, al tomar procedimientos de Lanco, Valdivia, Panguipulli, Mariquina, Futrono y Los Lagos, cuyo tiempo de espera era de tres años.

Sin listas, sin especialistas

No obstante, muchos recintos en el sur carecen de listas de espera al no tener especialistas para realizar procedimientos de alta complejidad. Tal es el caso de Florida, en el Bío Bío, y de los hospitales interculturales de Quilacahuín, San Juan de la Costa y Futaleufú, en la región de Los Lagos.

Realidad que contrasta con Puerto Williams y Porvenir, donde aumentaron las listas de espera entre 2017 y 2018.

“Esto es dinámico, porque a medida que se brindan mayores prestaciones, aumenta la demanda, debiendo incorporar estrategias para disminuir los tiempos de espera de los usuarios”, explicaron desde el Servicio de Salud de Magallanes.

En ese contexto, el Gobierno se comprometió, de aquí a marzo de 2019, a reducir completamente las listas de espera quirúrgicas no GES que esperen desde antes de 2016.