“Me siento muy emocionada. Todavía estoy bastante nerviosa, porque en estos últimos días he pensado decirle muchas cosas y tengo un millón de preguntas en mi cabeza. Quiero escuchar lo que me tenga que contar, porque hasta el momento sólo he escuchado lo que me ha relatado mi madre”.

Esa fue la reacción de Valezka López Curreau de 22 años tras conocer a su padre José Luis López Vargas, a quien prácticamente no conocía, ya que la última vez que lo vio, fue al momento de nacer.

La joven, con domicilio en Los Ángeles, se acercó hasta una tenencia de Carabineros en dicha comuna con el fin de ubicar a su progenitor de quien sólo tenía el nombre y un dato clave: él aún residía en Talca.

Quien recibió el llamado fue el sargento primero Julio Zárate, quien de inmediato coordinó las diligencias para dar con el paradero del padre de la joven.

“Se me encomendó desde Los Ángeles la posibilidad de encontrar al señor López en Talca. Lo dejamos citado y aquí, en la misma Tenencia La Florida, le explicamos el motivo de su búsqueda. Él accedió con la mejor de las alegrías”, contó.

“Como funcionario de Carabineros, me siento muy orgulloso de estar realizando esta labor y en especial, de hacer feliz a toda una familia”, sostuvo.

José López por su parte, se mostró muy contento con el reencuentro y contó que “siempre tuve la esperanza de ver su rostro, pero también tenía temor, porque me podía rechazar. Pero supe que ella era la interesada y acepté de inmediato que nos reuniéramos en Talca. Ahora quiero comenzar una nueva vida”.

“Espero recuperar todo el tiempo perdido”, finalizó, para luego compartir un desayuno junto a su hija brindado por el propio departamento policial.

Ambos concordaron en que si bien hay heridas del pasado que sanar, lo importante ahora es comenzar a construir un futuro en donde ambos serán piezas clave en la vida del otro.