Claudia Soto Venegas, la mujer que llevaba perdida desde el 5 de febrero en la región del Maule, fue encontrada sin vida cerca de las 10:30 de este martes.

El cuerpo de la mujer de 36 años fue hallado al costado de un canal de regadío en un predio particular detrás de la Cárcel de Mujeres de Talca.

Según el fiscal Héctor de la Fuente, se descartó la intervención de terceros, ya que fue encontrada en un árbol con señales de ahorcamiento.

La mujer fue condenada en 2008 por parricidio en Molina, luego que incendiara su casa con sus hijos dentro, uno de los cuales murió quemado.

Al momento de desaparecer, la mujer llevaba la mitad de la pena cumplida.

Desde Gendarmería señalaron que la mujer, al momento de su desaparición, gozaba del beneficio de salida por buena conducta, por lo que salió y nunca regresó.

Según familiares, Claudia estaba motivada a reencontrarse con su hija de 19 años y volver a ganarse su cariño.

“Ella veía sus publicaciones por el Facebook, pero desde el 2008 no han tenido comunicación alguna”, resaltó Nancy, quien esperaba que aparezca su hermana lo antes posible “viva o muerta, para darle cristiana sepultura y tener un lugar donde ir”.

Sin esperanzas

A pesar del dolor que les causaba, los familiares de la mujer admitieron que no tenían esperanza de encontrarla viva.

“Ella se llevaba bien con todos los internos del CET, solo tenía conflicto con el pololo”, recordó la hermana según constató el Diario El Centro, quien dijo no descartar que el joven llamado Cristian pueda tener participación en la desaparición.

La familia acusó también a Gendarmería de ocultar información ya que, según los parientes de Claudia, la institución no comunicó el hecho, pese a que el Centro de reclusión, se encuentra al frente del retén El Sauce, comuna de Talca.

Mitad de la pena cumplida

Con 10 años de pena cumplida se encontraba Claudia Soto. En 2008 fue formalizada por parricidio consumado en perjuicio de su hijo de 4 años y parricidio tentado respecto a su hija de 9 años.

Fue el 25 de junio del citado año, en la localidad de Pichingal, en Molina, cuando Claudia Soto habría incendiado su casa con los niños al interior, a quienes previamente les suministró pastillas para doparlos.

La niña de 9 años logró salir con vida y fue acogida por sus vecinos, pero el varón de cuatro años falleció calcinado.

La actuación de Soto habría sido generada por celos y depresión, en un contexto de separación de su entonces pareja, según se reseñó en la publicación de Diario El Centro en dicha época.