El principal sospechoso del presunto de secuestro de Emmelyn Canales, niña de 11 años que desapareció hace seis días en Licantén, región del Maule, es José Navarro Labbé, de 31 años, quien cumplió condena por abuso sexual.

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Por ello, personal especializado de Carabineros realizó un perfil sicológico del hombre, entrevistando discursos de jóvenes que tuvieron contacto con él, el cual fue revelado por La Tercera.

“Presenta habilidades intelectuales que le permiten desenvolverse con facilidad, sin embargo, en el aspecto emocional, evidencia características narcisistas, refiere cualidades místicas, logrando persuadir a otros”, establecieron.

“El brujo”, como era apodado, realizaba rituales e invitaba a menores de edad, eventos en los que sumergía a los asistentes en el agua y quemaba incienso. Sus cercanos relataron que conocía muy bien el bosque de la zona, lugar al que acudía a cazar y recolectar leña.

Las mismas diligencias afirmaron que Navarro no tiene algún tipo de discapacidad intelectual, pero sí busca relacionarse con quienes tienen un intelecto inferior.

“Él les dice que tiene fuerzas magníficas, que es muy inteligente, que tiene poderes, que puede conseguir cualquier cosa; entonces, las personas con su precariedad intelectual lo ven a él como un ser superior y le creen”, detalló el medio.

De acuerdo al mismo informe, nunca reconoció la culpa por el abuso sexual contra una familiar, por el que fue condenado y tuvo que pasar cinco años en la cárcel.

El mayor Diego Rojas detalló al matutino que Navarro “es un delincuente peligroso desde el punto de vista de los ataques sexuales a menores, tiene visiones mesiánicas y dice contar con poderes especiales”.

Conocido en Vichuquén

José Navarro vivía en Vichuquén junto a sus padres, pueblo cercano a Licantén. Allí era conocido por todos gracias a sus leyendas sobre brujos, indicó el medio.

Pese a la difícil situación que está pasando su familia, han tenido una actitud de colaboración y no han puesto obstáculos a la investigación.

Olga, su hermana, explicó que han tenido una vida difícil por la extrema pobreza. Confesó que en periodos no tuvieron para comer ni vestir. “Venimos de la nada, pero José tiene un alma generosa, capaz de hacer grandes favores a sus vecinos o familiares sin cobrar un peso, él es muy inteligente”, dijo.

Junto con ello, calificó a su hermano como un niño, como alguien que nunca creció.“Nunca maduró, y en eso tiene mucha culpa la sociedad que nunca nos ayudó, siempre nos discriminó, nos privó de cosas básicas”, advirtió.

Otro familiar sostuvo que siempre compartió con menores, pero que nunca tuvo algún incidente.

En tanto, vecinos aseguraron que era un hombre tranquilo, pero que escondía la vista cuando lo miraban.