Un nuevo método para estafar sin ejercer algún tipo de violencia detectaron en Talca, el que fue denominado cambiazo de digipass.

El comisario Carlos Castillo, de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec), explicó a diario El Centro que este tipo de ilícitos es proporcional al avance de la tecnología. “Ha significado para la mayoría de las personas una herramienta trascendental para el intercambio de información y es principalmente por la rapidez que representa. Para los delincuentes, es una herramienta a la que están sacando provecho”, explicó.

Según la PDI, este método consiste en que los delincuentes se hacen pasar por trabajadores del banco y realizan una visita al domicilio para cambiar el dispositivo que entrega las coordenadas, argumentando que el anterior está malo.

Una vez concretado el “intercambio” pueden apropiarse del dinero sin mayor esfuerzo.

A modo de recomendación, desde la Bridec informaron que “es importante destacar que los ejecutivos de un banco nunca solicitarán claves ni deberían hacer cambios en los productos sin una solicitud previa del cliente”.

Falso secuestro

Hace una semana, en la capital del Maule la PDI estuvo en alerta máxima por una denuncia de secuestro que tuvo como protagonistas a una mujer y su hija menor de edad. Al final del día, luego de una gran tensión que se prolongó por ocho horas, se aclaró que en realidad todo se trataba de una simple estafa telefónica.

“A la menor le dicen por teléfono que estaba secuestrada su madre y a la mujer que estaba secuestrada su hija. Esto es una dinámica que se ha repetido en otras ocasiones. A nuestro juicio, lo que corresponde es perseguirlo por la estafa y por amenazas, en un mismo hecho”, afirmó Rodrigo Peña, vocero de la Fiscalía Regional del Maule.

Así, subrayó que “llama la atención la violencia verbal con que actuaron estos sujetos y en base al temor que le infunden a las víctimas, van obteniendo antecedentes que utilizan contra la misma familia. Lo que buscaban era el depósito de dinero. La menor vende algunas joyas para pagar el supuesto rescate, lo que resultó ser falso”.

Por su parte, el subprefecto Germán Parra, jefe de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) Talca, sostuvo que “a la menor la hacen recorrer la ciudad y dicen que no puede contestarle a otro teléfono que el de los supuestos secuestradores. Nosotros entablamos contacto con estos sujetos y pedimos pruebas de vida de la niña. Así nos enviaron fotos tomadas por la propia víctima. Por ello, todo resultaba muy creíble para las personas”.

“Además le enviaban un audio a la menor donde su madre preguntaba cómo estaba y le pedía que colaborara. La investigación será extensa para establecer quienes son estas personas. Se están realizando otras diligencias con equipos policiales de Santiago”, añadió.