“Si este fuera un homicidio, no es el típico homicidio”. Con esas palabras, el fiscal Felipe Novoa intenta explicar la muerte de Alex Igor Silva Albornoz, integrante del SAMU de Molina y cuyo fallecimiento aún no ha podido ser esclarecido.

En efecto, son muchas las dudas que rondan alrededor del deceso del funcionario, quien fue encontrado al interior de un vehículo en el kilómetro 183 de la Ruta 5 Sur, a eso de las 03:00 horas del sábado 3 de septiembre de 2016, en una zona descanso.

De acuerdo al periódico El Centro, “según testigos, este automóvil habría llegado a eso de las 11:30 de la noche del viernes, siendo afectado totalmente por el siniestro. Sólo cuando este fue controlado, a eso de las 03:00 de la madrugada, se descubrió que en el interior del móvil estaba el cuerpo sin vida de Alex Igor Silva, del sector Quilvo Alto de Romeral, hombre muy conocido por sus labores de paramédico y rescatista, perteneciente además como conductor, al equipo SAMU de Molina”.

Con el correr del tiempo, surgieron diversas hipótesis para explicar el deceso -entre ellas la participación de terceros o un falla eléctrica en el vehículo. No obstante, ninguna de estas teorías han podido ser confirmadas o descartadas, pese a las diligencias llevadas adelante por el Ministerio Público.

“Se trata de una investigación compleja”, aseguró el fiscal Felipe Novoa a El Centro, agregando “que presumiblemente, el cuerpo pudiera presentar lesiones atribuibles a terceras personas, pero que también pudiera corresponder al accionar del incendio”.

Ante las dudas, se han encargado numerosos peritajes, entre ellos el empadronamiento de testigos, reconstituciones de escena, tráficos de llamadas, revisión a computadores, a teléfonos celulares, a cuentas corrientes, cuentas bancarias. A esto, se suman diligencias químicas en torno al incendio, peritajes mecánicos al vehículo, análisis al cuerpo como las autopsias, alcoholemia, exámenes toxicológicos, consigna el medio regional.

Novoa detalló que incluso hay análisis que han debido ser “reestudiados” o se encuentran en “reestudio”. “No se descarta nada dentro de los razonable o atendible”, dijo el persecutor.

De todos modos, se ha establecido -de manera preliminar- que la muerte “habría sido por asfixia por monóxido de carbono”, mientras que la familia “cree que hubo participación de terceros en el hecho, lo que no hemos descartado, pero tampoco descartamos lo contrario. Lo que sí reconocemos, y es lo que hecho siempre, es que fue por el incendio”, afirmó Novoa.

“Si este fuera un homicidio, no es el típico homicidio y por ello siguen las diligencias”, sentenció el fiscal en conversación con el matutino.