Más de siete meses ha pasado desde que la catástrofe de los incendios forestales afectó el centro-sur del país. La denominada zona cero del siniestro, Santa Olga, recibió a organizaciones independientes que buscan mejorar las condiciones del sector.
Los vecinos del sector aún recuerdan lo difícil que fue esa madrugada del 26 de enero. “Santa Olga se quemó entera”, eran las versiones que con incredulidad llegaban a oídos de todo Chile al amanecer.
“El fuego entró por dos sectores, el camino vecinal y el estero. De hecho, se quedaron 6 vecinos acá hasta el último. Intentando salvar su vida se metieron al estero y hasta se fundió un montor intentando apagar el incendio pero era imposible, eran llamas que no eran controlables”, es el recuerdo de una de las vecinas.
Para intentar mejorar las condiciones de vida y reconstruir la localidad, 25 voluntarios de Cecinas Llanquihue llegaron para plantar 2.500 árboles nativos y frutales, incluso restaurando la tierra con sustratos para asegurar el crecimiento de las plantaciones. El gerente de marketing de la empresa, Carlos Gallardo, comentó cómo ha sido el proceso.
Por otra parte, continúa el proceso de construcción de viviendas definitivas para las familias damnificadas. La coordinadora comercial de la fundación Desafío Levantemos Chile, Constanza Modenger, indicó que hasta la fecha ya han entregado 150 casas, de una meta de 341 viviendas definitivas.
Los vecinos agradecieron la ayuda, sin embargo, llamaron a las autoridades a hacerse presentes en la zona, ya que aún no poseen urbanización, agua potable ni sistema eléctrico.
Este mismo operativo se replicará en la comuna Florida el próximo sábado en la región del Bío Bío, donde el fuego arrasó con un 80% de las zonas rurales durante el siniestro del verano pasado.
