Una sustantiva restricción de los caudales para riego a un 70% del máximo en diciembre, 60% en enero y 50% en febrero, es la principal medida que anunció este miércoles el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Maule (JVRM), Carlos Díez, quien afirmó que ello obedece a “la baja pluviometría y a la menor cantidad de nieve caída en la cordillera”.

La información la dio a conocer en Talca, tras un encuentro al cual dijo llegaron presidentes de comunidades de agua, pero no hubo una gran cantidad de regantes. En la instancia agregó que como directorio les sorprende que haya “poca preocupación frente a lo que ocurrirá, y después es muy fácil quejarse o alegar por lo que está pasando”.

“Tendremos una temporada de riego bastante restringida. Los ríos van a decaer muy fuerte a partir de la segunda quincena de noviembre, y eso trae consigo una serie de estrategias y restricciones que tendremos que tomar como Junta de Vigilancia”, explicó Díez.

Al respecto, añadió que en la reunión se planteó que es preciso definir cómo se va a consumir el agua con la que se cuenta para regar lo mejor posible y distribuir el recurso hasta marzo o abril, cuando se registren mayores requirimientos.

Tras indicar que el sustento de las medidas adoptadas es “información válida de instituciones estatales y privadas”, Díez contó que la temporada de riego generalmente comienza la segunda semana de octubre, pero este año, por las temperaturas y la falta de lluvias, partió la semana pasada.

Sustento

Felipe Olivares, asesor técnico de la Junta de Vigilancia del Río Maule, mencionó que lo anterior es “el programa que podemos esperar en cuanto a la distribución de riego con las aguas que tenemos disponibles”, y apuntó que en la temporada pasada los caudales fueron de un 85% del máximo en diciembre, 80% en enero y 70% en febrero.

Junto con señalar que “sabemos que con estas bajas habrá algunas pérdidas agrícolas, porque los caudales que vamos a alcanzar no son sinónimo de un riego tranquilo”, acotó que “este escenario es dinámico y, si tuviéramos lluvias en primavera, tendrían un efecto positivo si caen con frío. Pero sería negativo si tenemos lluvias cálidas, que podrían arrasar la poca nieve que quede”.

El ingeniero civil opinó que “puede haber oposición a la forma en que vamos a hacerlo (distribuir el recurso), pero tenemos que comprender que no existe más agua. Los datos son tan contundentes que no hay espacio para que alguien esté en contra de esto”

Asimismo, manifestó que otra opción para incrementar los porcentajes de los caudales es que el ministro de Obras Públicas autorice a ocupar más agua de la Laguna del Maule que la autorizada (300 millones de m3), tema que expresó tendrían que trabajar con esa cartera y evaluarlo con la asamblea, ya que ello podría significar que se hipoteque el próximo año.

Olivares señaló que reciben pronósticos de la DGA o de una consultora, y éstos indican que los caudales naturales que traerá el río Maule, sean cercanos a aquellos de la sequía del 98-99.

Finalmente, agregó que en la Laguna del Maule hay embalsados 490 millones de metros cúbicos (m3) hoy, y el año pasado a la fecha había 320 millones de m3. Pero precisó que el resultado de la temporada de riego es la suma del agua que hay en la Laguna del Maule, más el agua natural que traerá el río por los deshielos, y es esta última la que será muy inferior.

En este contexto, el asesor técnico recordó que “el año pasado había 2,9 metros de nieve en la Laguna del Maule, y hoy tenemos 18 centímetros”, de acuerdo a información de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas.