Este martes se desarrolló la segunda jornada del juicio por el caso Ángel Márquez Zapata, el pequeño niño de cuatro años que fue hallado sin vida abandonado en un sitio eriazo a un costado del estadio ANFA de Molina en agosto de 2015, y cuyas indagatorias apuntan a sólo una culpable: la única imputada en el caso, su madrastra Vanessa Trigari Torrejón.

En la instancia declaró la ex pareja de la mujer y padre de sus hijos, Miguel Ángel Cruz, quien reconoció saber sobre la muerte de Ángel antes de su hallazgo.

Durante su relato Cruz dijo que la mujer le contó sobre la muerte de Ángel, asegurándole que había sido en el contexto de “accidente”, donde habría estado involucrado uno de los hijos que tienen en común.

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En su relato, la ex pareja de Trigari sostuvo que el 22 de agosto se dirigió hasta el inmueble de la mujer, luego que ésta la advirtiera que la hija que tienen en común estaría involucrada en algo que sucedió en su vivienda y que necesitaba su ayuda, sin precisar mayores detalles.

Cuando llegó al inmueble -declaró Cruz- vio a la mujer agitada y nerviosa. En la conversación Vanessa le confesó que una de las hijas que tienen en común habría provocado la muerte de Ángel, en contexto de juegos.

Según le explicó Trigari, los niños habrían estado jugando cuando Ángel cayó y se pegó certeramente en la cabeza, lo que -argumentó- le provocó abundante pérdida de sangre y posterior muerte. “Me sentí mal, me puse a llorar”, aseguró el hombre en respuesta al testimonio de la imputada. Al tanto de la situación, Cruz detalló que Vanessa le habría solicitado ayuda, sin especificar para qué, pero que el se negó inmediatamente porque ya cuenta con condenas por delitos y además, porque sus hijos ya sabían sobre la muerte del pequeño Ángel.

“Le dije que era algo grave lo que estaba sucediendo, y que si había sido un accidente, los peritos iban a decir eso”, declaró haberle dicho en aquella ocasión.

Al ser requerido respecto a si la mujer le contó sobre el lugar donde estaba el cuerpo ya sin vida del menor, Cruz indicó que sólo le habría dicho que se encontraba al interior de la casa, sin mencionar un lugar específico.

Según Cruz, también le consultó a Trigari respecto de lo que le diría al padre de Ángel, Freddy Márquez, quien arribaría a Molina al día siguiente.

“En ese momento estaba bastante desesperada, por lo que no me dio una respuesta lógica (…) No supe qué hacer. Me sentí como presionado, tampoco quería que le pasara nada (a su hija), entendí que fue un accidente y no sé de qué forma ella lo iba a solucionar”, finalizó.

Tras un receso, le correspondió subir a estrado al oficial investigador del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), capitán Bryan Ianiszewski, quien fue la persona encargada de liderar las primeras pericias al cuerpo del menor, el cual se encontraba abandonado al interior de una bolsa, en un sitio eriazo a un costado del estadio ANFA de Molina.

En su relato, Ianiszewski entregó detalles respecto a un set de fotografías, contenido cuya posterior exhibición fue prohibida por las magistradas encargadas de emitir un pronunciamiento al final del juicio.