Son más de 300 concesiones de acuicultura las caducadas desde la Armada a nivel país para el cultivo marino de especies como peces en el caso del sur, salmones y de moluscos como ostras, choritos y ostiones.

Esto porque se les venció el permiso de patente de la concesión de agua para la acuicultura sin ser notificados.

Jessica Cabrera es la única mujer acuicultora de pequeña escala en la región del Bío Bío, y es una de las pocas a nivel nacional que siembra y cosecha ostra chilena y japonesa, además de choro zapato, ostiones y mejillones, en su centro de cultivo Granja Marina.

La mujer denunció que pagaba sus patentes al día, pero por un error administrativo desapareció su deuda y hoy teme perder el espacio marino.

Además, esto pone en riesgo el abastecimiento a la capital y otras zonas, además del desempleo que generaría.

Una vez que sea notificada, tendrá un plazo de 3 meses para retirar más de 400 mil ostras en el mar y otras especies que tiene en la granja marina, lo que se sumará a toda la infraestructura.

Además, deberá cerrar los trabajos con universidades y estudios de innovación que mantiene por ser la única acuicultora de la zona.