Cerca de 200 millones de pesos pagaron como indemnización las empresas contratistas y mandante de un buzo de Concepción, quien murió por falta de seguridad en su trabajo en la región de Aysén.

Jorge Bustamente Carrasco murió el 27 de noviembre de 2017 en un centro de cultivos de la empresa AquaChile, mientras realizaba faenas de buceo subcontratado por la Sociedad Río Chamiza.

El abogado de la familia, David Vargas, destacó la millonaria indemnización que otorgó el fallo de la Corte Suprema, que dio la razón a la viuda e hijos del buzo, que a través de una demanda laboral denunciaron la negligencia que hubo en este caso.

El caso de Jorge Bustamente ha servido al Centro Ecoceanos para ilustrar el negativo liderazgo chileno en cuanto a las muertes de buzos, registrando el país un promedio de cuatro accidentes fatales al año, en comparación con el único deceso que tiene Noruega entre 2016 y 2022, líder en la industria salmonera.

Juan Carlos Cárdenas, director de Ecoceanos, señaló que la escandalosa diferencia tiene que ver con varios aspectos, desde la irresponsabilidad de las empresas a la falta de elementos de seguridad y la inexistente fiscalización del Estado.

“Es así como van muriendo los trabajadores y nadie responde por esta cifra escandalosa”, indicó Cárdenas.

Lo anterior fue confirmado por Liliana Romero, viuda de Jorge Bustamante, quien señaló que su esposo siempre le habló de la inseguridad en que trabajaba, a pesar de su calidad profesional, a diferencia de la mayoría de los buzos que son mariscadores.

Jorge Bustamante murió tras bajar a una profundidad de 45 metros, sin contar con medidas de seguridad como una cámara de descompresión, y de allí la responsabilidad compartida de la contratista y AquaChile, según el Juzgado del Trabajo de Concepción.