Los apoderados cuyos hijos carecían de matrícula o deseaban cambiar de establecimiento educacional sabían que este lunes comenzaba la última etapa de la admisión escolar, al menos en el Gran Concepción.
Los horarios de atención coincidían a las 08:30 horas, pero como el orden de inscripción marca preferencia algunos llegaron la noche del domingo al exterior de los recintos, pernoctando a la intemperie.
La situación se advirtió en los colegios Almondale de Lomas de San Sebastián y San Pedro de La Paz, en la Inmaculada Concepción de Talcahuano y en el colegio Santa Luisa de Lorenzo Arenas.
En este último, Francisca Lagos fue una de las madres que durmió en la acera para inscribir a su pequeño hijo en pre kinder, el nivel que ha marcado las preferencias.
La mujer disparó sus dardos en contra del Sistema de Admisión Escolar, ya que, según comentó a Radio Bío Bío, el niño quedó en lista de espera.
Sumado a ello, cuando debió hacer nuevamente la postulación, el portal le asignó colegios que quedaban demasiado lejos.
La inscripción en los primeros lugares supone preferencia y la matrícula se concretaría el jueves, espera Carolina Cea, otra de las primeras en anotar a su hijo en pre kinder, también molesta por el procedimiento.
“Es súper humillante en verdad. No teníamos donde ir al baño, pasamos mucho frío. La inseguridad de estar acá en un barrio que tampoco es de los más tranquilos que hay. Bueno, nos apoyamos entre todas”, dijo.
“Ahora si me lo preguntas así súper sinceramente, yo prefiero esto, porque sé que tengo un poco de mérito, porque sé que algo puedo hacer, que algo está en mis manos, porque si es azaroso, con tómbola, no tengo nada que hacer, tengo que esperar a mi suerte”, añadió en conversación con La Radio.
La ley exige que los inscritos en primer término obtengan las vacantes y que quienes no lo consigan pueden consultar en la autoridad pertinente, comentó el seremi de Educación (s) de la región del Bío Bío, Carlos González.
El seremi agregó que existen cupos en establecimientos educacionales municipales, pero suelen ser desechados por los apoderados.
