Por lesiones graves gravísimas se interpuso este martes, en el Juzgado de Garantía de Talcahuano, una querella contra quienes resulten responsables por las lesiones que sufrió el joven Joaquín Henríquez, un estudiante de 16 años del Liceo B-22, quien junto a sus compañeros se manifestó el 6 de noviembre en el Puente Perales.

En los hechos se describe un ambiente tenso y en los que, sin advertencia previa, carabineros de Fuerzas Especiales operaron con escopetas lanzando lacrimógenas, una de las que impactó en el rostro del adolescente.

La abogada Scarleth Andrade, del Comité 19 de Octubre, agregó que producto del golpe con este elemento disuasivo lanzado a unos 20 metros de distancia, Joaquín cayó al piso, herido grave, dejándolo con pérdida de visión y, a su parecer, consecuencias irreparables en su vida.

Su madre, Mónica Jara, corroboró la compleja situación por la que pasa su hijo, quien explicó que luego del impacto se ha retraído.

La mujer pide justicia, que se identifique a los responsables de actuar fuera de protocolo, en un contexto en que la manifestación tiene una causa y un sentido que no se condice con la respuesta, dijo.

A través de la querella se busca que la Fiscalía oficie diligencias inmediatas, partiendo por una respuesta de la institución respecto al procedimiento adoptado esa tarde en Talcahuano.