El intendente Sergio Giacaman analizó con exjefes regionales del Bío Bío la actual crisis social, recogiendo propuestas para atender las demandas ciudadanas, auxiliar a los pequeños empresarios afectados por el vandalismo y poner fin a la violencia que por tres semanas se ha tomado las calles del centro de Concepción.

Al encuentro asistieron cuatro exintendentes: dos de la oposición como Rodrigo Díaz y Martín Zilic, y dos de Gobierno que corresponden a Jacqueline van Rysselberghe y Víctor Lobos.

Tras la reunión, la actual máxima autoridad del Bío Bío, Sergio Giacaman, informó que se había acordado iniciativas en todos los aspectos para dar respuesta no sólo a las demandas de la gente, sino también para combatir a los responsables de la destrucción que ha afectado gravemente a pequeños comerciantes.

Con precisión Giacaman dio cuenta de ideas para apoyar la recuperación del comercio a través de los recursos del Gobierno Regional, mientras que sobre el clamor de la ciudadanía para terminar con la desigualdad, se adelantó sobre un proceso de diálogo para escuchar a las personas.

Además, el intendente analizará con las policías nuevas estrategias para combatir grupos que -según trascendió- fueron calificados como anarquistas en el marco del encuentro.

En ese sentido, el último jefe regional de la hoy oposición, Rodrigo Díaz, comentó sobre la necesidad de abordar al mismo tiempo el estallido social y todas sus aristas, subrayando en que enfocarse sólo en uno o dos aspectos, dejando pendiente otros, no resolverá la crisis.

Consultado si se ha analizado la posibilidad que detrás del vandalismo existan agrupaciones o movimientos que no buscan necesariamente cambios o mejoras al actual modelo, el exintendente Lobos no descartó ese escenario, aunque eso -dijo- debería ser análisis de las instancias que corresponda.

Señalar que si bien el exintendente Jaime Tohá fue invitado a la reunión, se excusó por motivos de salud, mientras que María Angélica Fuentes habría rechazado el llamado de Giacaman, quien ahora sostendrá un segundo encuentro con rectores de universidades locales para pedir también su opinión y fórmulas para salir de la crisis.