Al estilo cowboy, un grupo de cuatreros robó 76 reses en la zona sur de la provincia de Arauco. Tras un primer intento de rescate, el jueves pasado, la policía fue emboscada, enfrentada a balazos y obligada a retirarse sin éxito. Y el lunes, pese a sumar un mayor contingente, el segundo despliegue también fracasó. ¿Qué pasó? La familia afectada apunta a un posible faenamiento masivo de los animales.

A las seis de la mañana del martes 10 de septiembre, Eduardo (33), junto a su padre Luis Carrasco (57), se levantaron para la revisión habitual y diaria de sus 76 animales, ubicados en un corral a un kilómetro de su hogar en el sector de Quidico Bajo, comuna de Tirúa, en la provincia de Arauco. Ambos, les habían pasado revista cuatro horas antes y todo, hasta ahí, era orden y calma.

Sin embargo, cuando volvieron al establo, los ruidos de las vacas y terneros se cambiaron por silencio. Todo su ganado había desaparecido y, con las puertas del corral abiertas, al instante se presumió un abigeato.

Inmediatamente, denunciaron el hecho a Carabineros. Eduardo explicó que la policía de Quidico rastreó durante la mañana de ese mismo día con un dron y no detectó nada. “Fue lo único que se hizo esa mañana”, dijo Carrasco.

Diligencias

Al día siguiente, el miércoles 11 de septiembre, según la misma familia, después de solicitar ayuda, lograron que un avión sobrevolara la zona. Pero, tampoco detectó a los animales.

Tras lo infructuoso de las diligencias de la policía, los reclamos de la familia se elevaron a las autoridades políticas y pidieron apurar la búsqueda.

La urgencia también fue por evitar que faenaran a los animales para la venta ilegal, por lo que a pocos días de las Fiestas Patrias se corría contra el reloj.

La esperanza surgió la mañana del jueves 12 de septiembre, cuando por medio de otra revisión vía sobrevuelo y esta vez ampliando el perímetro de búsqueda, el ganado fue hallado a 10 kilómetros de su corral en la misma zona sur de la provincia, en los boscosos faldeos de la Cordillera de Nahuelbuta.

Así, se determinó que el furtivo arreo de los animales llegó hasta el Fundo Labranza, que se ubica en Quidico Alto, cuyo dueño es Forestal Arauco, pero que hoy está ocupado por una comunidad que lo reivindicó hace unos años.

“Ellos no tienen nada que ver con este delito. Son buenas personas y no son ladrones de animales”, dijo Eduardo Carrasco.

Emboscada

Tras el rastreo, una treintena de efectivos de la unidad policial de Quidico, más el propietario de los animales, iniciaron el operativo de recuperación de los animales. Luego de llegar al lugar, el dueño reconoció a su ganado y al mismo tiempo de que se inició la caravana de regreso con la liberación de los animales, aparecieron las hostilidades.

Balazos y árboles cortados en el camino frenaron el retorno de la policía, junto a las reses robadas.

“Le dispararon a la patrulla a quemarropa”, dijo Luis Carrasco, quien -eso sí- reconoció que la policía siempre se preocupó de su seguridad.

Detenida y a medio camino, la caravana policial pidió auxilio a otros efectivos de la institución. Luego de un par de horas, llegaron alrededor de un centenar de policías, de las prefecturas de Malleco y Concepción, y lograron rescatar a los treinta carabineros y al dueño del ganado, pero ningún animal fue recuperado.

En el balance tras el operativo, autoridades políticas y Carabineros explicaron que con el retiro se priorizó la seguridad del propietario.

En tanto, la familia se quejó por el escaso contingente que participó en el fallido y emboscado rescate.

Demora

El viernes en la tarde, la Fiscalía emitió la orden de realizar una segunda diligencia para recuperar los animales. Transcurrió, sábado y domingo, hasta que el lunes en la mañana se realizó el nuevo operativo.

Sin embargo, avión, dron y cien carabineros no pudieron dar con el paradero del ganado. La operación, de nuevo, se tradujo en un segundo fracaso.

Cedida
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La policía uniformada calificó de frustrante la situación, mientras que la gobernadora de Arauco, María Bélgica Tripailaf, dijo que seguirían la investigación y la familia sólo espera recuperar algún animal, aunque presume que la mayoría fue faenado.

La pérdida se calcula en más de cien millones de pesos sólo en animales, ya que en julio les sustrajeron otras 36 reses. Lo anterior, precedido por el atentado a una casa, dos bodegas y dos galpones que fueron quemados intencionalmente entre marzo y julio, que se sumaron al ataque al cuidador de la propiedad, que el 20 de marzo pasado fue amarrado junto a su familia.

Cedidas | Escombros tras ataque incendiario en Qudico Bajo
Cedidas | Escombros tras ataque incendiario en Qudico Bajo

“Nos quedamos sin nada”, sentenció Eduardo Carrasco.

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