Un catastro ordenó la Corte de Apelaciones de Concepción, de manera de identificar los tribunales con menor carga laboral para poder trasladar jueces que apoyen el funcionamiento del Juzgado del Trabajo penquista. Se trata de una medida urgente ante el explosivo aumento de demandas, lo que está repercutiendo en los tiempos de trámite de las acciones legales.

El Juzgado del Trabajo penquista tiene cinco magistrados titulares y dos destinados temporalmente, para tramitar un ingreso mensual de casi 500 causas, es decir, 71 demandas por juez, muy por encima de las 40 que estudios aconsejan de manera de permitir el trámite en tiempos acotados.

Mientras se consigue aumentar la dotación a 10 jueces, se están buscando medidas para paliar la crisis. La primera fue los dos magistrados destinados y ahora la idea es que se sumen otros dos jueces, lo que fue confirmado por el presidente de la Corte de Apelaciones de Concepción, el ministro Rodrigo Cerda.

Una vez que se tenga la disponibilidad de jueces, se pedirá la autorización de la Corte Suprema, la que se cree debería ser obtenida, según indicó el diputado Manuel Monsalve, quien ha respaldado a los jueces laborales de Concepción ante la situación del Juzgado del Trabajo, que desde la reforma ha funcionado con una planta por debajo de la requerida.

La idea, adelantó el ministro Cerda, es que el tribunal especializado se mantengan con nueve magistrados, los cinco titulares y los cuatro temporales, de manera de permitir acortar los tiempos en la solución de los conflictos laborales.

Actualmente la falta de jueces se evidencia en los plazos de trámite de las demandas, con las audiencias de preparación de los procesos fijándose para noviembre y los juicios orales programándose para el próximo año, lo que va contra la celeridad con que se pensó la reforma a la justicia laboral.