De un total de 10, más de la mitad de las comunas que utilizan el vertedero en Mulchén -en el Bío Bío- son de la región de La Araucanía. Desde el municipio solicitaron a la empresa a cargo que no siga sumando otras localidades para que den uso del recinto.
En 1998 fue el inicio de operaciones del Vertedero Licura de Mulchén, un sitio de acopio de basura que tiene una vida útil de 23 años, es decir podría funcionar hasta el 2021.
Esto ha generado manifestaciones por parte de las familias que viven en cercanías del recinto, quienes han exigido que se cierre antes de aquella fecha.
Una situación que también reconoció el alcalde Jorge Rivas, quien además afirmó que esperan no se sigan sumando comunas que usen el vertedero, algo que está a manos de la empresa Servimar Ltda.
Junto con Mulchén, vierten sus residuos Negrete, Quilaco y San Rosendo. Pero se suman a ellas Lautaro, Padre Las Casas, Perquenco, Collipulli y Galvarino. Además, en febrero de este año se dispuso el recinto para Pitrufquén, luego de un incendio forestal que afectó su vertedero.
De este modo, de las 10 comunas, más de la mitad que utilizan el lugar no son de Bío Bío, sino de La Araucanía.
Según el informe de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, referida al Programa Nacional de Residuos Sólidos, se recibieron 57.249 toneladas de residuos domiciliarios, al menos hasta el último registro, en 2018.
El jefe comunal de Mulchén, comentó que cada municipio no podría generar un espacio propio para desechar la basura. Por lo mismo, manifestó que el Concejo Regional podría presentar financiamiento para la causa.
Esto, para que la Asociación de Municipios Cordillenaros del Bío Bío (Amcordi) pueda postular a un espacio para acopiar los desechos.
Rivas planteó la propuesta, respecto a los sitios de este tipo que hay en la zona. En la región del Bío Bío hay cuatro rellenos sanitarios. En la provincia del mismo nombre, está uno de ellos, denominado Laguna Verde en Los Ángeles, al que se suma el vertedero al que representa el jefe comunal.
En este sentido, considerando el trabajo con la basura de comunas como Santa Bárbara o Quilaco, la autoridad mulchenina planteo que para el Bío Bío, estos recintos se “quedan cortos”.
¿Y la fiscalización?
El vertedero de Mulchén se diferencia del Relleno Sanitario Laguna Verde de Los Ángeles por ámbitos mayormente técnicos.
Entre ellos, está que el primero tiene una vida útil más corta que el segundo. Se suma la capacidad de captación de ciertos elementos, además de la responsabilidad de diferentes entidades para la revisión de un recinto u otro.
Además, un vertedero tiene un suelo más impermeable, caracterizado por ser arcillozo, esto para evitar que los fluidos de la basura lleguen a las napas subterráneas y generen algún tipo de contaminación.
Esta situación se genera porque un vertedero no tiene los mismos materiales de construcción que un relleno sanitario. Así lo explicó el encargado de la Unidad de Gestión Ambiental de la Seremi de Salud, Milton Toledo.
Por este motivo, este recinto actualmente está bajo la constante fiscalización de la autoridad sanitaria, entidad que visita el lugar al menos una vez al mes.
Durante los últimos días de julio, se efectuó la inspección más reciente, instancia en donde no se registraron mayores inconvenientes.
Precisamente el encargado de la Unidad de Gestión Ambiental manifestó que se realizaron muestras fisicoquímicas al agua, las que no han arrojado incumplimientos de parámetros, descartando así algún tipo de contaminación que pudiera haberse generado tras el contacto de los restos de la basura con las napas subterráneas.
Sin embargo, Toledo precisó que actualmente son las aves las que están generando más trabajo, ya que al llegar por los restos domiciliarios y tener contacto con ellos, se transforman en vectores que pueden generar algún problema de sanidad.
Para manejar esta situación, el profesional manifestó que se están desplegando algunas opciones, entre ellas un sistema de sonido, el que apoyaría como ahuyentador de estas especies.
