Cada vez que llueve de manera intensa los vecinos de la parte baja de Curanilahue -específicamente en el sector Galvarino- temen por anegamientos catastróficos, preocupación latente toda la noche de este miércoles, cuando veían cómo el cauce del río crecía sin control, llegando a 4 metros y medio, a menos de medio metro del peligroso desborde.

Uno de esos vecinos es Jaime Bravo, quien apuntó que la noche “estuvo bastante mala (…) Ahora al menos como bajaron las aguas el río ha bajado un poco y eso es bueno para Curanilahue”.

Carmen Fonseca también se vio apremiada por el aumento del caudal, expresando que “había mucho peligro que se saliera (el río), porque no paraba de llover”.

El alcalde Luis Gengnagel encabezó el comité comunal de emergencia que tuvo un balance favorable debido a la pausa que ofreció la lluvia durante la madrugada y la mañana de este jueves, porque cayeron 91 milímetros en 24 horas y también por las medidas de mitigación del verano, ya que nadie quiere repetir lo del 2017.

El líder comunal esperaba, de acuerdo al pronóstico, que las nubes dejaran caer menos precipitaciones dentro de las próximas horas, lo que -de cumplirse- representará todo un alivio para quienes pasaron la noche en vilo.