Un contundente fallo dictó la Corte de Apelaciones de Concepción en el caso de Pedro Jaramillo Chávez, el interno del penal Bío Bío que denuncio maltratos físicos de parte de un grupo de gendarmes.

Al acoger dos recursos de amparo de la Defensoría y del Instituto de Derechos Humanos, el tribunal de alzada acreditó la responsabilidad de los funcionarios penitenciarios, incluso identificando a dos de ellos.

Los funcionarios actualmente están sometidos a un sumario administrativo, estableciendo que la golpiza se realizó con el uso de bastones y sables luego de haber reducido el preso para una revisión de sus vestimentas, debido al porte de un arma cortopunzante.

La actuación de los gendarmes -puntualizó la corte- infringió normas internas de Gendarmería, constitucionales e internacionales que velan por los derechos de las personas privadas de libertad en orden a que deben ser tratadas humanamente.

Por último, para sancionar la actuación del personal carcelario la corte pide desarrollar el sumario interno y la investigación de la Fiscalía, ambas ya en desarrollo.

Al haber sido golpeado Pedro Jaramillo en un lugar donde no existían cámaras de seguridad, el tribunal de alzada reiteró la orden para que Gendarmería instale vigilancia tecnológica en todo el penal. Por último, la Corte de Apelaciones decretó que el interno sea regresado de inmediato a la cárcel de Valdivia, su lugar de origen donde cumplía condenas antes de ser trasladado a Concepción.