El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) afirmó que las comunidades indígenas de Alto Bío Bío viven “desplazadas y sin agua”.

Esta condición fue constatada por una misión de observación dirigida por la directora Consuelo Contreras y por el consejero José Aylwin, contando con la participación de un equipo interdisciplinario de profesionales del INDH.

El trabajo finalizó la semana pasada con la presentación de los resultados preliminares de la recopilación de información en terreno sobre el ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales de las comunidades mapuche-pehuenche de la zona.

A través de una treintena de entrevistas con comunidades, organizaciones de la sociedad civil, organismos estatales y empresas, el instituto estableció un panorama de la situación que se vive en la comuna cordillerana.

El jefe regional de la Oficina Bío Bío del organismo, Harún Oda, explicó que la visita se gestó a raíz de una serie de denuncias recibidas.

Respecto a la calidad de vida, el personero profundizó en torno a la situación de las comunidades relocalizadas como consecuencia de la instalación de proyectos hidroeléctricos.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos agregó que están en condiciones de vulneración de sus derechos, debido a que se les desplazó de sus territorios de ocupación tradicional, por tierras parceladas, fragmentadas para algunas familias y bajo la lógica de propiedad privada y no comunitaria.

El informe definitivo de esta misión de observación será entregado a la opinión pública y a las comunidades mapuche-pehuenches en mayo próximo.