El Comité Científico alegó haber quedado fuera de la propuesta de ley que regula la captura de la jibia y criticaron el veto que busca incorporar el cerco a esta pesquería.

En efecto, desde la Fundación Terram aseguraron que este método no puede ser sustentable.

Ciro Oyarzún, integrante del Comité Científico que estudia la especie, se suma a otras voces de la academia que ya han cuestionado la iniciativa legal, tanto por inmiscuirse en asuntos técnicos que son de exclusivo resorte de la autoridad y por incorporar ideas equivocadas, según los investigadores.

Antes lo había planteado el profesor de la Universidad de Concepción, Hugo Arancibia Farías, quien hace unos meses causó revuelo cuando en medio del análisis del proyecto señaló a Radio Bío Bío que la ley era una aberración y que la línea de mano era un arte primitivo de captura.

Hoy se suman otras voces en la misma línea, como Dante Queirolo, doctor en Ciencias de la Universidad Católica de Valparaíso, quien planteó que la pesquería de cerco que incorpora el Gobierno en el veto anunciado no sirve para el consumo humano, y que el arrastre se ha demonizado sin razones técnicas.

En ese sentido, Ciro Oyarzún, biólogo del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, aseguró que el arrastre de media agua que utiliza la industria para sacar jibia, no es el arrastre de fondo que causa irreversible daño en los ecosistemas marinos.

También señaló que la ley se discutió sin consultar al Comité Científico, enfatizando que es el que más sabe sobre este recurso.

La Fundación Terram presentó esta semana, en la Biblioteca del Congreso, un estudio titulado “La regulación pesquera a través de la historia: La génesis de un colapso”.

Una investigación en donde revisan la ausencia de criterios de conservación de la pesca en Chile, privilegiando el fomento de la pesca productivista e insustentable.

Para la investigadora, Elizabeth Soto, el método del cerco sugiere que se tendrán que incorporar nuevas naves capacitadas para esta forma de pesca, lo que amenaza con sobreexplotar aún más los recursos marinos.

Soto planteó tajantemente su opinión sobre el arte del cerco y el del arrastre, asegurando que “se tomó una decisión completamente política”.

En tanto, Ciro Oyarzún señaló que a su juicio lo que debería hacer el Gobierno ahora que ingresará el veto y que anunció que la ley está en completa revisión, es realizar un estudio acerca de los efectos del cerco versus los del arrastre de media agua.

Lo anterior, para poder tomar una decisión realmente fundada y que sea beneficiosa para la sustentabilidad del recurso.