El exintendente del Bío Bío, Martín Zilic, se mostró indignado ante la posibilidad de que la Ruta del Itata sea vendida en una nueva concesión una vez que termine el actual contrato, y por ende el valor del peaje se mantenga en los niveles actuales como uno de los más caros del país.

“Tenemos que llamar a la comunidad regional a ponerse de pie, para impedir que paguemos dos veces la construcción de una misma autopista, expresó.

Zilic era la máxima autoridad regional cuando el 17 de marzo de 1998 se inauguró el llamado Acceso Norte a Concepción, una ceremonia que encabezaron los presidentes de Chile, Eduardo Frei y de México, Ernesto Zedillo, con Ricardo Lagos como ministro de Obras Públicas.

Se trataba de la segunda obra concesionada puesta en marcha en el país, ejecutada por el consorcio mexicano Tribasa con un costo de 160 millones de dólares.

Han pasado 20 años y el plazo de concesión vence en abril del 2023, lo que implica que el MOP debe definir cómo se administrará desde entonces la carretera que une Chillán y Penco, eventualmente una licitación que posibilite la mantención del camino con un costo del peaje significativamente menor al actual.

Sin embargo, hay señales que ha entregado la autoridad, en este caso el propio ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, que en entrevista con Radio Bío Bío el 5 de diciembre pasado reconoció que no es seguro una baja del precio del peaje.

El secretario de Estado dio cuenta así de una fórmula en que la actual infraestructura es vendida al nuevo concesionario, que se encarga de su mantención y las nuevas obras que se determinen, lo que haría que el valor siga en los niveles actuales.

Pese a que tras estas declaraciones del ministro, el seremi del MOP en la zona, Daniel Escobar indicó que lo más probable es que el peaje baje su valor, ya hay voces que apuntan a que debe asegurarse a los habitantes de la región del Bío Bío que no se va a pagar dos veces la carretera.

El exintendente Martín Zilic se mostró sorprendido y en alerta. Dijo que hace 20 años todos entendieron que una vez terminada la concesión, la carretera volvía al Estado, que lo más probablemente volviera a licitarla, pero sólo para mantención pues el camino ya está hecho.

A pesar que cuando se construyó fue presentada como una de las autopistas más modernas y de altos estándares de seguridad, con el tiempo la Ruta del Itata mostró una elevada accidentabilidad, incluso ha sido tildada hoy como una de las más peligrosas del país.

Eso sí, el contrato de concesión no ha podido ser modificado, algo que desde la Intendencia pidieron al MOP en el gobierno anterior tras un grave accidente automovilístico, sin embargo, no se ha llegado a acuerdo con la actual concesionaria, Globalvía, para mejorar el estándar de seguridad.