La Fundación Trabajo para un Hermano de Concepción (TPH) implementó una nueva línea de acción social, con el propósito de contribuir a una mejor calidad de vida para los inmigrantes que han llegado hasta la capital del Bío Bío en busca de nuevas oportunidades.

El proyecto considera diferentes actividades que tienen como finalidad lograr la inserción social y laboral de estas personas, que residen principalmente en Barrio Norte.

Es así, en el marco de esta iniciativa, que se realizará un “Encuentro social e intercultural”, este sábado 17 de noviembre, desde las 13 a las 16:30 horas, en el Liceo Balmaceda, ubicado en Ejército 899.

Se realizarán actividades artísticas, deportivas, culinarias e informativas sobre servicios públicos.

El objetivo principal de este encuentro, que cuenta con el apoyo de la Mesa de Trabajo Público-Privado para Inmigrantes de Concepción, es generar un espacio de esparcimiento e intercambio cultural entre comunidades de inmigrantes y penquistas, con el fin de lograr una mejor convivencia, a partir del acercamiento.

Se considera la participación de inmigrantes de Haití, Venezuela, Colombia, Perú, Argentina y México.

En ese sentido, Verónica Larrañaga, coordinadora de la iniciativa que partió en agosto recién pasado, comentó que “la idea es aportar a la inserción de estas personas en lo social y laboral. Nos hemos vinculado con una red de actores, tanto del sector público como privado, para lograr que esto funcione bien”, señala.

Aporte social

Hasta ahora, la apuesta suma dos grandes actividades. En una primera etapa se realizaron clases para fomentar el aprendizaje del idioma español a haitianos que cuentan con un nulo dominio de la lengua local y ,posteriormente, un taller informativo sobre extranjería, trabajo, educación y salud, en presencia de organizaciones públicas y empresarios.

En este contexto, el llamado es a aportar con esta idea para que no desaparezca. “La voluntad no basta para sacar adelante este proyecto. Necesitamos aportes externos de distintos actores, para que esto pueda concretarse y así lograr el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los inmigrantes de nuestra ciudad, principalmente haitianos, que son los más afectados. Sería una lástima que esto no siguiera desarrollándose por falta de recursos”, comenta la coordinadora del proyecto.

Actualmente, la iniciativa cuenta con la colaboración intelectual de actores sociales que se autodenominan como Mesa de Trabajo Público-Privado para Inmigrantes de Concepción, quienes se han sentado a dialogar junto al equipo de TPH, para contribuir en la gestión del programa.

El Departamento de Extranjería y Migración de la Gobernación Provincial de Concepción, representantes regionales del Ministerio del Trabajo, Educación y Salud, son algunos de los organismos públicos que forman parte de esta iniciativa.

Fonasa, Cesfam Tucapel, el Comedor Capilla Peregrino de Santa Sabina, la Vicaría Pastoral Social y Migrafest también han aportado sus ideas.

Origen del proyecto

La motivación de este proyecto social parte de las precarias condiciones en que los inmigrantes haitianos llegan a Concepción. La discriminación, la cesantía y la falta de empatía por parte de la comunidad penquista, son algunas de las problemáticas que aquejan a estas personas y que el programa busca mermar. “Partimos enfocados en los haitianos y de a poco hemos ido extendiéndonos hacia inmigrantes de otros países que han llegado a la ciudad”, complementa Larrañaga.

En la opinión de quienes reciben el beneficio, este aporte debiera extenderse a toda la comunidad. “Nos han enseñado a manejarnos mejor en esta ciudad. Aprender español para mis compatriotas es muy importante, porque muchos no entienden lo que los empleadores les están ofreciendo a cambio de su trabajo”, comenta Fenel Edmond, oriundo de Puerto Príncipe, quien reside en Concepción hace dos años aproximadamente.

Los beneficiados también ven en esto una oportunidad para demostrar su compromiso con la sociedad chilena. “Creemos que es muy bueno para nosotros que nos abran las puertas y nos vean como un aporte para esta ciudad y no como una molestia. Podemos hacer muy bien nuestro trabajo y esta actividad me parece que nos ayuda a todos”, complementa el haitiano Ernest Noel, quien llegó a la ciudad en 2017 y actualmente trabaja en el Cesfam Tucapel como facilitador lingüístico.