Los jueces admiten una incidencia del tráfico de drogas en los delitos más violentos que se cometen en Concepción, aspecto que no siempre es sancionado respecto de quienes son llevados a tribunales, llamando a mejorar las investigaciones del Ministerio Público.

A nadie han dejado indiferente los últimos hechos de sangre ocurridos en la ciudad.

Sobre las balaceras ocurridas en la capital penquista, los jueces reconocen que se trata de hechos que hace 10 años no ocurrían y que por lo tanto debieran preocupar.

Para el magistrado Carlos Aguayo, presidente del Juzgado de Garantía, en el fenómeno delictivo es gravitante la influencia del narcotráfico, ilícito en el que no sólo intervienen los imputados llevados a tribunales sino también las víctimas.

Lo anterior es coincidente con el análisis que hace el exfiscal y penalista, Andrés Cruz, quien agrega que también caracteriza los delitos más violentos el porte de armas por parte de los delincuentes.

Sin embargo, tanto Aguayo como Cruz subrayan que no es responsabilidad del Poder Judicial ni de la Fiscalía la prevención del flagelo, organismo que cuya única responsabilidad es sancionar a quienes cometen ilícitos.

En ese sentido, y sobre lo que se critica muchas veces como es la libertad de los detenidos, el juez de Garantía fue categórico al admitir que se perciben falencias en las investigaciones, llamando a mejorar el trabajo de recopilación de pruebas por parte de las policías y el Ministerio Público.

Ahí precisó el exfiscal de Talcahuano, no obstante, los tribunales tienen una responsabilidad y esa apunta a que los tribunales consideren además de las pruebas más concretas también las indiciarias, es decir aquellas con las cuales se puede deducir razonadamente las comisión de uno o más delitos.