Jorge Ulloa, intendente del Bío Bío, expresó que dependerá de los resultados del próximo estudio de metales pesados en Coronel si se necesita realizar más exámenes. Esta es la cuarta vez que se hace una medición de este tipo en la comuna desde 2015.

La Seremi de Salud inició el proceso para estudiar a niños mayores de un año y menores de cuatro de Coronel, en medio de la polémica por la posible presencia de metales pesados que podrían estar afectando a la población de esa comuna.

En 2014 la Brigada de Delitos Medioambientales de la Policía de Investigaciones (PDI) detectó la presencia de metales pesados por sobre los valores de referencia en Coronel

Al año siguiente, se realizó una primera evaluación de metales pesados, donde de 288 muestras 18 salieron alteradas en mercurio, cadmio, níquel y arsénico.

En 2017 se estudió a la comunidad de la Escuela Rosa Medel, excluida en el primer estudio: de 59 muestras efectivas 10 niños mostraron valores por sobre el nivel de referencia en arsénico y níquel.

Finalmente el último análisis lo organizó el municipio, que contrató a la empresa Vitaclinic, que mediante la técnica OligoScan, desacreditada por el Ministerio de Salud, clasificó en categoría “malo” a 21 personas, 14 de ellos niños.

En específico, en este nuevo estudio se tomarán muestras de orina y se evaluará la presencia de cadmio, níquel, arsénico y mercurio.

No todos los niños de la comuna serán evaluados, sino que sólo aquellos que vivan en los perímetros especificados —que se ven en el documento más abajo— y que sean mayores de un año y menores de cuatro.

Al respecto, Jorge Ulloa, intendente del Bío Bío, manifestó que este estudio podría no ser el último, aunque eso se evaluará una vez que se conozcan los resultados.

Contactado por BioBioChile, Claudio Müller, de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Concepción y experto en Toxicología, explicó que, pese a que con la toma de la muestra de orina se podrá conocer si los niños han estado expuestos a estos metales, el estudio debería mantenerse en el tiempo para ser concluyente.

“Lo ideal es mantener el mismo grupo de niños que se examine cada cierta cantidad de tiempo, no ir cambiando como se ha hecho”, explicó Müller.

Müller fue enfático en que se debe informar si los niveles que se encuentren son o no peligrosos, más allá de si existe la presencia del metal o no en el organismo de los menores.

Daniela Guíñez, epidemióloga de la Seremi de Salud, aseguró que, evaluados clínicamente, nunca se ha determinado exposición crónica, y por lo tanto daños en la salud, en las personas que se han estudiado.

El seremi de Salud, Erick Jiménez, indicó que este estudio será más completo a los anteriores, al considerar 1.000 muestras.

Los padres se pueden acercar voluntariamente hasta el hospital San José de Coronel para inscribir a sus hijos en este proceso o también lo pueden hacer vía telefónica.

Más detalles del proceso en el volante a continuación: