Que se llegue a la verdad, es lo que declararon los sacerdotes que emitieron declaraciones tras la reunión ordinaria del presbiterio de Concepción, donde se trató la actual situación de la Iglesia Católica en medio de la denuncia de violación que se hizo conocida mediante una carta anónima el fin de semana. En la cita estuvo presente el arzobispo Fernando Chomalí, quien no emitió declaraciones.

Reunión ordinaria del presbiterio, el tercer miércoles de cada mes, que en esta oportunidad cambió de escenario y se fue desde casa Betania en el sector Cerro la Virgen a Chiguayante, específicamente hasta el seminario de Concepción, centro de formación de sacerdotes.

Llegaron cerca de 30 sacerdotes de la Diócesis y sólo algunos emitieron declaraciones a la salida de la reunión, mientras que muchos decidieron irse por la salida trasera y otros se retiraron en sus vehículos sin emitir palabra.

Uno de los que habló fue el sacerdote Luis Rifo, quien dijo que por el momento no tienen más antecedentes respecto de abusos sexuales, en especial la denuncia de violación que pesa sobre el cura Hernán Enríquez, agregando que espera que se conozca toda la verdad y que la Iglesia debe colaborar.

Por su parte, el sacerdote Luis Figueroa -al ingresar al seminario- dijo que iba a hablar y a la salida, lo hizo. Él es uno de los cercanos a Hernán Enríquez, así lo confirmó él mismo.

No obstante, dijo que para llegar a la verdad se debe hacer por el camino judicial ante la eventual presencia de delitos.

También estuvo en la cita el sacerdote Edgardo Ojeda, quien reveló la preocupación que existe en el clero local respecto de esta denuncia de violación conocida el fin de semana. Dijo que están dolidos, pero que Fernando Chomalí les pidió trabajar para esclarecer la verdad.

Pablo Durán, representante de la recién conformada Agrupación de Laicos de Concepción, señaló que es necesario dar garantías y posibilidades a todos quienes se han sentido violentados por la iglesia para denunciar los hechos.

El arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, no realizó declaraciones tras la reunión ordinaria de sacerdotes diocesanos donde se trató el tema de Hernán Enríquez. Lo curioso es que tampoco realizó declaraciones, a pesar de que bajó el vidrio, el sacerdote encargado de las comunicaciones del arzobispado, Manuel Zúñiga, uno de los más cercanos a Enríquez.