El 30 de marzo podría ser un día más en el calendario, aunque ese no es el caso para Maryori Paz Bernal y Juan Carlos Martínez, una pareja de Arauco que en lugar de conmemorar alguna fecha romántica, celebrarán un año del trasplante que -literalmente- les entregó una vida nueva.

Lo anterior, luego que ella le donara un riñón a su esposo -un chofer de buses que se desempeña en el tramo que abarca entre Arauco y Concepción-, el cual antes de la intervención tenía una mala calidad de vida, tras padecer por años una insuficiencia renal que lo obligaba a dializarce regularmente.

Todo se remonta a 2013, momento en que Juan Carlos pretendía irse a trabajar al norte del país, ocasión en que se le detectó su enfermedad en los exámenes previos a iniciar -en ese entonces- su nuevo trabajo.

Maryori recuerda lo que fue ese proceso, el cual mantuvo a su esposo -con quien tiene doce años de diferencia- en diálisis durante tres años, sosteniendo que “le dijeron que estaba en etapa cuatro, la cual es la última de la insuficiencia renal”.

Si bien él estaba en la lista para ser trasplantado, ella optó por tomar una decisión de la cual -dice- jamás dudó, planteando la posibilidad de ser la donante de su pareja, al ver cómo el proceso de diálisis lo afectaba cada vez más.

“Él no estaba de acuerdo. Le dijimos con la nefróloga que yo sería su donante y él no quería por que tenía miedo que me pasara algo”, señaló la psicopedagoga a BioBioChile al referirse al momento en que tomó la determinación, para la cual investigó y se informó sobre los efectos que una intervención de este tipo le podía significar.

Esto fue confirmado por Juan Carlos, acotando que “cuando ella me lo propuso le dije inmediatamente que no, porque yo no quería que le pasara algo a ella (…) Además que en ese tiempo yo era medio ignorante con el tema de la donación de organos”, postura que finalmente cambió.

Matrimonio “obligado”

Cuando el panorama parecía no mejorar, en diciembre de 2016 el matrimonio recibió la noticia de que eran compatibles para llevar adelante el procedimiento, que se concretaría un par de meses más tarde.

Si bien la pareja ya tenía planes previos de matrimonio, la posibilidad de una “vida nueva” adelantó todo, por lo que meses antes de recibir las buenas nuevas se casaron.

“Justamente nos casamos para que ella pudiese donarme el organo”, precisó Martínez, añadiendo que “tampoco era justo para ella estar viviendo con alguien enfermo”.

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Respecto a las sensaciones que le genera el gesto realizado por Maryori, Juan Carlos manifestó que “nunca encontraré las palabras para agradecer lo que hizó, además, no sé si alguien más lo haría”.

Asimismo, apuntó que varios de sus cercanos no ocultaron su asombro al enterarse de tan noble gesto, ya que -según comentó Martínez- la mayoría le donaría un órgano a un hijo, pero no a una pareja.

Historia y futuro

La historia de Maryori y Juan Carlos se remonta hace siete años atrás, momento en que se conocieron cuando ambos buscaban completar sus estudios de enseñanza media en Arauco, específicamente en el Centro Integral Adultos Paul Percival Harris.

“Coincidimos en que entramos a un colegio de adultos a estudiar, nos hicimos amigos y después empezamos a pololear, y nos fuimos a vivir juntos”, indicó Martínez, precisando también que acordaron que ella entrara a estudiar primero una carrera (que ya terminó), dejando sus planes académicos para el próximo año.

En lo que guarda relación a cómo les ha cambiado la vida tras la operación, Maryori Paz no oculta su satisfacción, señalando que “es una maravilla. Es otra vida, lo juro. Fue volver a nacer, podemos salir y comer lo que queramos”, esto último obviamente considerando los cuidados que debe mantener su esposo con los medicamentos que toma.

“Hasta ahora nos hemos sentido bien, aunque a mi me ha costado un poco la recuperación”, reconoce Bernal, lo que no empaña la mejora en su calidad de vida.

Juan Carlos, por su parte, tiene una postura similar, manifestando que “yo estaba a un 30% de lo que puede vivir una persona y ahora estoy a un 1.000%”.

Además de la felicidad que les significó como familia este nuevo comienzo, las buenas noticias para ellos seguirían ya que Maryori estaría embarazada, lo que el matrimonio confirmará en los próximos días, aumentando a cuatro los integrantes de su núcleo familiar que ya componen ellos y su pequeña hija.