“Enel es capaz de cerrar la totalidad de las plantas de energía térmica en menos de 20 años, alrededor de 2035” fueron las palabras del director ejecutivo de Enel, Francesco Starace, que causaron reacciones en todo el mundo y que tienen impacto en el futuro medioambiental de Coronel, donde se encuentra la central a carbón Bocamina.

Starace afirmó que con la medida buscan cumplir con el Acuerdo de París antes de lo esperado y reducir las emisiones de CO2 al dejar de operar plantas a carbón.

El diputado integrante de la Comisión de Medio Ambiente, Marcelo Chávez, se mostró escéptico ante las palabras del directivo italiano. Sostuvo que un eventual desmantelamiento de Bocamina tiene que ver principalmente con cálculos económicos, al igual que la decisión de Colbún de no construir una segunda unidad de la termoeléctrica Santa María, también en Coronel.

Como antecedente, el parlamentario recordó que hoy está acreditado que producir energía mediante plantas a carbón es más caro que a través del uso de nuevos tipos de energías como el gas, que podría llegar al Bío Bío a precios competitivos en el mediano plazo.

Sobre una eventual reconversión de la termoeléctrica Bocamina, el diputado Chávez indicó que esa podría ser una posibilidad, aunque no tenía certeza de la factibilidad para aquello.

Las palabras de Francesco Starace fueron concedidas al medio italiano “Il Sole 24 ORE”, donde indicó que investigaciones recientes muestran que “es más barato construir una nueva planta de energía renovable en lugar de tener en funcionamiento una convencional ya depreciada. Esto implicará una aceleración en el proceso de cierre de las plantas convencionales, reduciendo las emisiones. Creo que por esta razón se alcanzarán los objetivos climáticos de París con antelación. Tanto es así que tal vez pronto apuntar en la reducción de CO2 no tendrá ningún sentido”.