Movilizados están desde hoy los funcionarios del hogar Arrullo de Concepción, dependiente del Sename, ante la nula respuesta a las demandas para un mejor funcionamiento del centro, que enfrenta un brote de varicela, sin que las autoridades entreguen la dotación de educadores y médicos que se requieren.
Desde noviembre que partieron las advertencias a la dirección regional y nacional del Sename sobre la necesidad de 10 funcionarios extra, un pediatra y un kinesiólogo para enfrentar el invierno en el centro de lactantes de Arrullo, de Concepción.
Hasta ahora, sin embargo, las autoridades no han atendido los requerimientos y después de una semana en alerta, el personal del establecimiento pasó a la movilización, acusando que todo pasa por la falta de gestión, particularmente de la directora regional del servicio, Rina Oñate.
Así lo subrayó el dirigente Pedro Marileo, al cuestionar el interés que el Gobierno dice tener por el Servicio Nacional de Menores.
La directora regional del Sename, tras conocer la paralización de actividades, se constituyó esta mañana en el establecimiento, pero los funcionarios le pidieron que se retirara, esperando que sea el nivel central el que entregue las soluciones esperadas.
Y es que, explicó otro de los dirigentes de los trabajadores del Sename, Iván Arriagada, hay necesidades que apremian como la sala para separar a los niños y niñas enfermos de los sanos, demanda que tampoco ha sido atendida.
La semana pasada cuando partió el estado de alerta, la dirección regional del Sename traspasó la entrega de una respuesta sobre el problema a la directora del Arrullo, Marcela Garrido, quien escuetamente descartó los problemas denunciados por los funcionarios, pero sin querer referirse en detalle a la situación.
Durante la tarde de este lunes, el Sename de la región del Bío Bío emitió un comunicado al respecto:
