Parlamentarios cuestionarion que a seis meses de que una mujer condenada diera a luz a su hija, ambas se mantengan en la clínica y la madre se resista a volver a la cárcel para terminar de cumplir una pena por robo con intimidación.

El pasado 14 de abril se cumplieron seis meses desde el parto de urgencia al que fue sometida Lorenza Cayuhán, con sus pies engrillados, luego de ser trasladada desde el penal de Arauco donde la mujer cumple una condena de 5 años años y 1 día de cárcel.

No obstante el alta de los médicos del Sanatorio Alemán de Concepción, su regreso al establecimiento penitenciario ha sido paralizado por un recurso en favor de la guagua, argumentando que la cárcel no cumple con las condiciones para la madre y su hija, lo que será zanjado por la Corte Suprema en un fallo que debería ser inminente.

Consultada sobre esta situación, la senadora UDI, Jacqueline van Rysselberghe, admitió que los centros de reclusión no son el lugar para una bebé, pero al subrayar en la responsabilidad de la mujer por su actuar, dijo que es donde debería volver la mujer con su hija.

En una línea similar se manifestó el diputado de la Democracia Cristiana, Jorge Sabag, al recordar que hay muchas otras mujeres con sus hijos menores de dos años en las cárceles chilenas, y que no por ser Lorenza Cayuhán miembro de una comunidad mapuche, debería tener un trato diferente.

Sobre el argumento esgrimido por quienes apoyan la demanda de Lorenza y su hija Sayén a un Centro de Estudio y Trabajo, en este caso el de Punta de Parra, en Tomé, el diputado de la falange expresó que se debería entonces legislar, pero en favor de todas las mujeres en igual condición.