Los vecinos del pabellón 46 de Lota están desesperados, porque sus viviendas se encuentran desconectadas del alcantarillado desde el terremoto de 2010, lo que provoca que las aguas servidas corran por el pasaje. Además, aseguran que las autoridades han hecho oídos sordos ante su problemática.
Uno de los habitantes del sector, Enrique Flores, relató cómo viven a diario con el problema de las aguas servidas, que se posan en las calles y que se suman al excremento que permanece debajo de sus viviendas.
Los afectados por esta situación temen que las casas cedan y que el daño sea irreparable.
Desde el terremoto de 2010, los vecinos del pasaje Miguel Neira sufren a diario con los malos olores, náuseas y dolores de cabeza.
Así lo manifestó Felicita González, quien agregó que hay una joven con hepatitis por esta situación.
Los vecinos contrataron a un abogado para denunciar al municipio y a Essbio. Demanda que, según los afectados, quedó en nada, por lo que aseguran que perdieron el dinero cancelado al profesional.
Desde la empresa sanitaria, el subgerente zonal Costa Sur, Cristian Cepeda, señaló que la ley les impide ejecutar trabajos al interior de los domicilios.
Se debe consignar que incluso hay dos viviendas sociales en el pasaje que fueron construidas por el Gobierno a través del Serviu y que están afectadas por la misma situación, ya que las salidas de aguas servidas también dan hacia la calle.
Desde Essbio indicaron que entregarán un diseño de un proyecto de ingeniería que busca llevar los colectores desde el interior de las viviendas hacia afuera, aunque no hay un plazo definido para concretar estas acciones.
