Preocupados están los vecinos de Lomas de Pingueral, en Tomé, debido al acopio de madera cerca de sus casas, tras la construcción de un cortafuego por parte de Bosques Arauco, empresa que no ha retirado los árboles talados pese a que aseguran se habrían comprometido a ello hace una semana.
La medida de mitigación cuenta con un ancho de unos 30 metros, algo que es valorado, sin embargo, ahora la mayor de las inquietudes nace a raíz del alza de temperatura esperada para esta jornada y las venideras, con un acopio de combustible que resulta fácil de encender ante alguna chispa.
Los residentes enfatizan en que el material y la madera que permanece en el lugar podría propiciar un nuevo siniestro en la zona.
“Las ramas están secas y propensas a que, con esta ola de calor, pueda haber otra vez un incendio”, expresó una de las residentes.
Los lugareños comentan que se podría dejar el espacio para que la comunidad pueda ocuparla como leña.
El director interino de Conaf, Alberto Bordeu, explicó que los residuos debiesen ser limpiados, así “si viene un incendio desde el bosque, va a perder energía y ser más controlable el cortafuegos”, comentó.
Desde la empresa forestal respondieron que por causa de la planificación este jueves ingresará la maquinaria para comenzar las labores de despeje y así procesar la madera, disminuyendo el riesgo para la comunidad.
