Con daños físicos y psicológicos quedó el trabajador forestal Alejandro Garrido tras recibir impactos de perdigones en su rostro, hombro y brazo derecho, en medio de un viaje laboral desde Tirúa hacia Curanalihue hace unos días.

Hecho que se produjo a pesar que Carabineros resguardaba los furgones de la empresa en medio de la ruta, por lo cual los trabajadores resultaron igualmente heridos.

El afectado, Alejandro Garrido, señaló que las familias y trabajadores tienen miedo de volver al lugar, incluso con compañía policial.

“No nos dan confianza como para decir que tenemos seguridad para poder trabajar, entonces hay miedo en la familia y en nosotros”, aseguró.

Tras el hecho, la empresa Kupal tuvo que paralizar las obras forestales en Tirúa, ya que los trabajadores no estaban dispuestos a volver a sus funciones. Por lo que en las próximas semanas serán derivados a realizar obras fuera de la zona de riesgo.