Respirando por sí misma, sin asistencia nutricional extra y de muy buen ánimo se encuentra Catalina, la lactante que hace una semana fue trasplantada con el 20% del riñón de su papá.

El jefe de la Unidad de Trasplantes de la Clínica Sanatorio Alemán, Franco Innocenti, informó que hasta ahora se ha resuelto el 90% de sus problemas de salud y que se avanza en la dirección correcta.

El profesional agregó que ha sido testigo privilegiado de la conexión que la pequeña Catalina ha generado con su papá.

Además, Innocenti señaló que el último control de Ignacio Pérez, el niño de 6 años que fue trasplantado con el 40% del hígado de su padre, se encuentra en buen estado de salud. Y si bien su progenitor debió ser internado por un problema asociado a la cirugía de la donación, está siendo monitoreado y se encuentra estable y en su casa.

En ambos casos, los costos asociados a los menores trasplantados los cubrió Fonasa, y respecto a los padres donantes se hizo un convenio y fueron absorbidos por la propia Clínica Sanatorio Alemán.

Casos como el de Catalina e Ignacio sirven como ejemplos para establecer políticas de desarrollo en salud para cirugías complejas y el manejo de enfermedades difíciles en la zona centro sur.