Evolucionando favorablemente se encuentra el pequeño Ignacio, sometido a un trasplante de hígado donado por su padre.

El menor de 6 años estuvo al borde de la muerte, porque una hepatitis fulminante lo mantuvo en coma y a la espera de un órgano.

Producto de su gravedad, su padre se sometió a la extracción de una parte de su hígado, lo que le dio “vida por segunda vez”, como lo relataban sus familiares.

El jefe de Trasplante de la Clínica Sanatorio Alemán de Concepción, Franco Innocenti, confirmó que Ignacio se recupera de forma satisfactoria.

Los pronósticos son tan alentadores, que el niño está comiendo hace días, vio a su papá antes que éste se fuera de alta y si bien tiene visitas restringidas aún, su madre ha podido ingresar a verlo.

Una buena noticia: si sigue así, la próxima semana se evalúa que pueda regresar a su casa.