El crimen de Margarita Salgado Jara, de 58 años, del cual se responsabilizó su nieta de apenas doce años, impactó a todos, no a sólo los residentes del pasaje Jeremías de la Villa Evangelista de Boca Sur, en San Pedro de La Paz, donde el asesinato quedó al descubierto la madrugada del martes recién pasado, cuando la propia menor lo confesó a sus vecinos aledaños.

Todo indica que la niña acabó con la vida de su abuela golpeándola en la cabeza con un martillo, mientras la víctima dormía en un cuarto del segundo piso del domicilio, que ambas habitaban sin más compañía.

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La menor fue detenida y se encuentra internada en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, donde se le practicará una evaluación por el evidente problema mental que padece, ya que aseguró que una voz le pidió que cometiera el crimen.

La pregunta que surge es qué pasará con ella después. La directora del Sename en el Bío Bío, Rina Oñate, expuso que si el Tribunal de Familia penquista lo determina, perfectamente puede retornar a un hogar del servicio, en donde permaneció por más de tres años, hasta inicios de este año, cuando la abuela obtuvo su tuición de parte del juzgado frente al abandono de los padres.

“Si el Tribunal de Familia determina el ingreso, es porque hay un informe médico que avala que sí va a poder ser atendida en el Sename”, expresó Oñate.

La joven ya habría presentado problemas relacionados con esa voz hace un mes, pero sólo se lo comentó a una amiga cercana, de modo que nunca fue evaluada ni tampoco estaba medicada.

En su minuto, la directora del Sename aseguró que, mientras la niña permaneció en la residencia María Loreto de Concepción, no se detectaron síntomas de su alterado estado mental. Desde el punto de vista penal, la menor es inimputable.