Académica de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián criticó la falta de herramientas de los profesionales de salud para tratar el duelo en mujeres que opten por el aborto.

La discusión en Chile se centra en las tres causales de aborto, sin embargo, presentarán una serie de desafíos al sistema de salud, para el que funcionarios y profesionales no están preparados, señaló la matrona Carolina Pérez, especialmente respecto al duelo que implica una decisión de estas características, y que pueden configurar un panorama complejo para quienes pierden un hijo en estas condiciones.

Es el denominado “duelo perinatal”, el que viven los padres desde un periodo gestacional hasta los 28 días post parto, ya sea aborto, muerte en útero o mortinatos, que si bien es diferente en cada persona, se asocia a una angustia profunda que puede ir desde un año y hasta pasar a crónica.

Esto es lo que preocupa a la académica de la USS, que hoy ve como este aspecto es poco estudiado e incluso sin soporte legal, y será una necesidad aún más urgente cuando la mujer o la pareja tenga la oportunidad de tomar decisiones según la causal.

“Esa mujer o pareja que decidió abortar, porque no quiere tener una guaguita con una malformación incompatible con la vida, merece el mismo acompañamiento que una familia que sí decide llevar la gestación a término”, señaló la Pérez.

Y si hoy no hay preparación, lamenta la profesional, el proyecto o la discusión tampoco consideran la salud mental de las personas que pasan y pasarán por estos fuertes procesos.

“Aún hay un descriterio por parte de los profesionales de la salud, gigante al momento de abordar (el tema), porque no tenemos las herramientas. La pregunta que surge es cómo nosotras, no sabiendo abordar lo espontáneo, vamos a poder abordar cuando la mujer, por tema de violación, decide abortar. ¿Cómo la acompañamos? ‘Aborta y quédate sola, vive tu duelo tranquila, llora lo que tengas que llorar’… eso no se ha visto en este proyecto”, comentó la profesional.

Carolina Pérez es dura para explicarlo, porque la falta de acompañamiento es a su vez una dura realidad que viven las familias, los padres, las mujeres, con preguntas sin respuesta, con miedos, con frustraciones, que ni hoy, ni en las actuales condiciones, a futuro, podrá abordar el sistema de salud, aspecto que considera, no es tarde para incluirlo.