Tres meses como prioridad nacional para un trasplante de pulmón lleva Renato Parra de 60 años, un hombre de Talcahuano que el año pasado tuvo que jubilar anticipadamente producto de su enfermedad, una fibrosis pulmonar idiopática.

Su esposa, Eliana Solar, comentó que como donantes, su familia nunca se había puesto a pensar en la posibilidad de un día ser receptor y lo difícil que resulta estar a la espera de la voluntad de otras personas.

La familia de Renato pasa gran parte del día en el cuarto piso del Instituto Nacional del Tórax, en la Unidad de Tratamientos Intensivos donde se encuentra estable dentro de lo crítico.

Sólo en el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, hay 80 pacientes esperando por un trasplante renal y 6 por un hígado.

Franco Innocenti, jefe de la unidad de trasplante del recinto comentó que en los últimos 4 o 5 años hubo una baja en el número de donantes.

La mitad de los pacientes que necesita un trasplante de higado, muere esperando un órgano. El llamado es revertir las cifras y que la historia de Jacinta que fue sometida a un doble trasplante, y la de Renato que hace tres meses es prioridad nacional, ayuden a que la gente tome conciencia sobre la importancia de la donación.