Por cada millón de habitantes, en Latinoamérica donan órganos 10 personas; en Europa 20, y dentro de ellos España lleva la vanguardia mundial, con 36 donantes.

En Chile, en cambio, sólo donan 7 por millón de habitantes, dejando una deuda que se busca subsanar, terminando con el concepto “voluntarista” y asumiéndolo como una responsabilidad sanitaria que genere acciones en dirección a la profesionalización de los equipos y el involucramiento de los recintos hospitalarios, en lo que se ha avanzado.

Así lo indicó el coordinador nacional de Trasplante del Ministerio de Salud, José Luis Rojas, en vista a que los hechos van a dar confianza de la población.

El 75% de los trasplantes que se hacen son en beneficiarios del sistema público de salud, y por lo tanto la gente tiene que tener la tranquilidad que en Chile se trasplanta el que lo requiere, el que está más grave, y no el que tiene más contactos o mayor situación económica”, explicó Rojas.

El Hospital Regional Guillermo Grant Benavente avanza en esta materia. En este primer semestre alcanza la misma cantidad de donantes y la mitad de negativas que en todo 2015, además de contar con la aprobación para realizar trasplantes cardíacos.

El doctor Rojas advierte que ahora se requiere más donación, por una cuestión de reciprocidad, ya que frente a las altas tasas de enfermedades crónicas versus el fallecimiento por muerte cerebral (condición necesaria para ser donante) que alcanza sólo el 2%, deja más probabilidades de requerir un órgano que de donarlo.

“No pedimos donantes por un caso, pedimos porque los necesitamos todos los días”, comenta el médico, agregando que la gran mayoría de quienes requieren un trasplante fallece de forma anónima, porque no son casos mediáticos. “El día de mañana cualquiera de nosotros puede estar esperando un órgano y va a querer que aparezca un donante rápido”, puntualizó.

La lista de espera de órganos supera las 1.800 personas: 1600 requieren riñón, otras 120 hígado, 60 buscan pulmones, también 20 esperan corazón, 15 páncreas; y respecto a tejidos, casi 800 necesitan córneas.

Aseguran que la conversación familiar previa es imprescindible, lo que sumado a la confianza permitirán mejorar las cifras, que dejan hoy la paradoja de contar con “una capacidad de trasplante de país desarrollado, con una donación de país tercermundista”.