Durante la tarde del martes, Concepción estuvo al borde del colapso vial, con “tacos” en distintos puntos de la comuna generados por los incidentes registrados tras la última marcha estudiantil, situación que colmó la paciencia de muchos.

De acuerdo a los estudiantes, fueron 5 mil las personas salieron el martes a la calle a manifestarse por la educación, una marcha que se inició con batucadas y donde expusieron una vez más las demandas del movimiento.

Los problemas ocurrieron al final del recorrido y en la tradicional Plaza Perú.

En avenida Chacabuco se levantaron barricadas y el tránsito estuvo cortado. Según datos de la Unidad Operativa de Control de Tránsito, por esa artería circulan 1.600 autos en hora punta y por ambos sentidos, de ahí el impacto que ocasiona, que se extendió a diversas intersecciones.

La congestión molestó a muchos conductores, ya que los incidentes que comenzaron cerca de las tres de la tarde, terminaron pasadas las nueve de la noche, extendiendo considerablemente sus tiempos de viaje, al no poder avanzar.

El alcalde Álvaro Ortíz, indicó que la marcha “no respetó el recorrido” y señaló además que “falta liderazgo por parte de las personas que convocan. No es posible que una ciudad completa, Concepción Metropolitano, se vea totalmente colapsado por estos cortes de tránsito”.

Los disturbios que iniciaron los encapuchados terminaron sin detenidos, sin embargo, de acuerdo al prefecto de Concepción, coronel Rodrigo Medina, los actos fueron violentos.

“Ellos nos tiran pinturas tóxicas y bombas mólotov, nosotros también debiéramos repeler el ataque… ¿con qué? Con nuestras armas de fuego, pero esa no es la idea”, expresó Medina.

El uniformado abogó por “una negociación por parte de las autoridades correspondientes, que tienen que llamar al diálogo a los jóvenes que convocan a las marchas”, y así “se hagan responsables de una vez por todas”.

También convocó a los padres de los menores que han sido detenidos en movilizaciones anteriores, para que se responsabilicen de ellos.

Al otro lado de la vereda, y presenciando los incidentes, se encuentran los comerciantes de Plaza Perú. Están cansados de cerrar luego de cada marcha y sus ventas van a la baja.

“Entendemos las demandas de los estudiantes, pero todo tiene que ser dentro de un derecho que no afecte la integridad ni el trabajo de los demás”, expresó un comerciante. “Pierde credibilidad cuando empiezan a tirar piedras y quemar neumáticos”, señaló otro.

Nuevamente la autorización de las marchas es tema de debate. Llaman a llegar a acuerdos y evitar que tras las movilizaciones los disturbios opaquen las demandas del movimiento estudiantil.