Hace una semana entró en vigencia la Ley de Etiquetado y ya son 4 los kioscos de colegios que están bajo sumario en la región del Bío Bío por no cumplir con la normativa, que contempla multas que pueden superar los 40 millones de pesos.

Una situación distinta se vive el kiosco del Colegio Marina de Chile de Concepción, ya que las manzanas y naranjas desplazaron a las golosinas y las bebidas cambiaron por agua mineral.

El negocio se convirtió en saludable, cumpliendo así con la nueva ley que prohíbe la venta de alimentos que tengan el sello que advierte que son productos altos en azúcares, calorías, sodio o grasas saturadas.

En un principio, las ventas en el kiosco bajaron en un 60%, pero poco a poco los alumnos y la encargada del negocio se adaptan al cambio. Ahora los menores dijeron tomar conciencia y compran otras cosas, desde la salida de los productos poco saludables.

A la fecha se han realizado 15 fiscalizaciones en supermercados, y en 8 se iniciaron sumarios sanitarios, porque los productos no estaban etiquetados.

Además, se efectuaron 18 inspecciones en recintos educacionales, con 4 kioscos que no pasaron la prueba y ahora están bajo sumario.

Las multas comienzan en cerca de 50 mil pesos y pueden superar los 40 millones. El seremi de Salud, Mauricio Careaga, explicó que al interior de los colegios se puede vender todo lo que no esté rotulado con los discos y se prohíbe la elaboración de elementos altos en grasa, como los completos.

Si los familiares compran alimentos con los 4 signos a los niños, “están entregando veneno” a los que más quieren, dijo la autoridad.

Más del 60% de la población tiene exceso de peso, cifra que se busca disminuir con la normativa. El director de la Agencia de Calidad de la Educación, Gino Cortez, destacó que “diferentes autores señalan que cuando los niños tienen hábitos de vida saludable, también tienen mayor oxigenación, de modo que hay mayor glucosa en la sangre, lo que permite tener mayores aprendizajes”.

Los fiscalizadores llegarán a los más de 1.500 colegios de la región, para verificar en terreno que no se vendan los productos con sellos de advertencia; también actuarán ante de las denuncias de los apoderados, quienes pueden presentar un reclamo en la Seremi de Salud.