Con una marcha familiar, en que recorrieron desde Lirquén hasta la playa de Penco, los vecinos de la comuna y dirigentes sociales alzaron la voz, manifestando su rechazo a la construcción de un terminal gasífero en la bahía de Concepción.

“No al Gaseoducto”, fue la consigna que se escuchó fuerte. En la Plaza de Lirquén comenzó el recorrido que avanzó por la Ruta 150, que une Penco con Concepción.

Estudiantes, trabajadores, incluso niños se sumaron a la marcha en contra de la construcción del terminal GNL, conocido como “Octopus”.

Según los organizadores fueron mil las personas que salieron a la calle, levantando banderas negras. En familia, padres e hijos caminaron por casi 2 horas. “Mientras no se instale la primera piedra, seguiremos luchando hasta el final”, señaló uno de los vecinos.

En 2019 el proyecto de BioBioGenera sería un realidad, pero en la Coordinadora Penco-Lirquén quieren frenar la iniciativa, asegurando que el movimiento ciudadano se fortalecerá.

“Vamos a agotar todas las vías”, indicó Camila Arriagada, mientras que Edinson Neira afirmó que “para nosotros el daño es inminente”, ambos voceros del movimiento.

El consejero Luis Santibáñez presentó la primera acción legal tras la aprobación de la polémica iniciativa. Se trata de recurso protección, en representación de vecinos y pescadores en contra del Servicio Evaluación Ambiental.

No será la única medida judicial que se interpondrá. El alcalde de Penco, Víctor Hugo Figueroa, señaló que ahora comienza una nueva etapa.

“Este proyecto se aprobó habiendo cancelado una consulta indígena. El proyecto tiene algunas debilidades y por la vía jurídica queremos detener la instalación. Seguiremos respaldando las movilizaciones ciudadanas”, dijo Figueroa.

La marcha selló una semana marcada por la aprobación del proyecto “Octopus”. El recorrido terminó pacíficamente en la costanera de Penco, con un acto frente al mar, el que aseguran se ve amenazado por el terminal de gas flotante.

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