Las ollas comunes siguen funcionando en Valparaíso, luego de casi dos meses en Cuarentena Total.

En ese sentido, organizaciones sociales denunciaron falta de políticas públicas para una garantizar una alimentación digna en medio de la pandemia.

Las ollas comunes en la región de Valparaíso continúan funcionando a más de un año del inicio de la pandemia, en una labor que realizan los comedores comunes que sigue siendo voluntaria desde los primeros meses de la emergencia sanitaria.

Un ejemplo es la olla común “La Resistencia” del Cerro Perdices de Valparaíso, labor iniciada por un grupo de amigos desde mayo del 2020 y que recibe a alrededor de 120 personas todos los días de los alrededores, como el cerro Mesilla, Arrayán, Santo Domingo, Toro, Cordillera y Playa Ancha.

Una de las cocineras y encargadas, Rossana Huenufil, señaló que día a día deben entregar contención emocional a las personas e indicó que un 75% de los que llegan son adultos mayores.

Huenufil, agregó que evalúan la posibilidad de convertirse en una ONG o en una fundación para poder financiarse a través de proyectos estatales, ya que “La Resistencia” se mantiene a flote solo a partir de aportes voluntarios.

También en la ciudad puerto, se encuentra funcionando la olla común de la población Sara Brown en el Cerro Placeres, que entrega unas 70 porciones diarias de alimento a las personas de ese sector.

Emilio Estay, encargado de la organización, señaló que la crisis que ha arrastrado la pandemia debe replantear la manera en que se generan políticas públicas para garantizar una alimentación digna.

Es la realidad de dichas iniciativas en la comuna puerto, las que diariamente ofrecen alimentos a quienes más lo necesitan y que con la extensión de las cuarentenas en las comunas del Gran Valparaíso, cada vez se acercan más personas que requieren ayuda.