Exámenes a niños de la denominada zona de sacrificio de Quintero y Puchuncaví arrojaron que se encuentran en una crítica situación de salud, ya que si bien se descarta la presencia de arsénico y plomo en su sangre, estarían siendo afectados por otros metales y derivados del azufre.

De acuerdo a lo informado por El Mercurio de Valparaíso, el proceso de toma de muestras y análisis duró dos semanas, siendo realizado por los laboratorios Barnafi Krause y Laboval.

En específico, dichas entidades intervinieron un total de 73 estudiantes de Quintero y Puchuncaví, con el objetivo de detectar la posible presencia de metales pesados -principalmente arsénico y plomo- en su sangre.

Al respecto, los resultados fueron concluyentes, ya que los jóvenes analizados no presentaron niveles altos de los contaminantes antes señalados, pero sí de otros elementos de este tipo, como el talio y derivados de azufre.

A su vez, sólo en uno de los cerca de 80 estudiantes analizados hubo un caso en el cual se detectó altos índices de plomo.

Si bien en los estudios fueron descartados el arsénico y plomo, componentes causantes de enfermedades crónicas, en el análisis también se confirmó la presencia de derivados del azufre, conocidos como sulfuros, los que estarían asociados a padecimientos del tipo agudo.

Según explicó el representante del laboratorio Barnafi Krause, en la muestra había niños que presentaron síntomas de intoxicación en 2018, durante los episodios de contaminación ocurridos en agosto y septiembre en la denominada zona de sacrificio.