Johanna Hernández y Francisco Silva, culpables del asesinato del profesor Nibaldo Villegas, estarían viviendo realidades muy dispares en sus respectivos recintos penitenciarios. Mientras ella participa de talleres y tendría ya una nueva pareja, él se encuentra aislado de la población penal.

Según La Cuarta, Hernández estaría participando de talleres de Alimentación y Peluquería, en los que comparte con las otras reclusas. Además, en los días que así está permitido recibe las visitas de amigos y familiares.

De acuerdo al matutino, que cita a fuentes que trabajan en el Centro Penitenciario Femenino, las otras mujeres que cumplen diversas condenas le muestran respeto por el crimen cometido, al haber matado a su esposo, lo que le dio cierto estatus.

Incluso la exesposa de Nibaldo Villegas ya tendría una nueva pareja en su módulo, el 210-D.

Realidad que dista de la de Francisco Silva, quien cuenta con una mala fama por su crimen y está aislado del resto de la población penal en el módulo 107 de la Unidad Especial de Alta Seguridad de la Cárcel de Valparaíso.

“Silva es un preso que está bajo la lupa por un crimen de alta connotación pública. Está completamente solo. No sale al patio cuando están los otros internos”, comentó a La Cuarta un trabajador de la cárcel. También, cabe mencionar que el lunes se supo que le encontraron un celular.

Mientras Silva está condenado por homicidio calificado –con una pena de presidio perpetuo que le permite optar a beneficios a los 20 años de permanencia en la cárcel–, Hernández es culpable de parricidio, por lo que se le fijó la pena de presidio perpetuo calificado, lo que no le permitirá optar a beneficios por 40 años.

Ayer se realizaron los alegatos por los recursos de nulidad de ambas defensas en la Corte de Apelaciones de Valparaíso. El fallo se entregará el 1 de julio.