La Contraloría General de la República instruyó el segundo reintegro de un funcionario de la Seremi de Salud de Valparaíso, luego de considerar que los despidos ocurridos durante 2018 en el organismo no se ajustan a derecho.

Se trata del jefe de la oficina provincial de Aconcagua, Mario Méndez, quien había sido desvinculado junto a otros 11 trabajadores. Según la Federación de Trabajadores de la Subsecretaria de Salud Pública, los empleados fueron despedidos pese a contar con evaluación positiva y sin argumentos aparentes.

De acuerdo a Contraloría, si un trabajador ha sido renovado en su función en más de una ocasión se produce una “legítima expectativa” de que seguirá siendo extendida su contratación, siempre y cuando se mantenga bien evaluado.

Según el órgano, en el caso de Méndez, quien fue contratado por períodos anuales desde junio del 2014, se cumpliría ese principio.

La vicepresidenta nacional de la federación, Darma López, valoró la acción del ente, y aseveró que se ha reestablecido el imperio del derecho, limitando la atribución que tienen los gobiernos de turno de traer cargos de confianza. En ese sentido, López recordó que el jefe de gabinete es el único cargo que un seremi de Salud puede contratar bajo ese rótulo.

López explicó que las 12 personas despedidas cumplen el mismo criterio de Méndez y de Pamela Ossandón -reintegrada como jefa de Participación de la oficina cordillerana- para que vuelvan a su trabajo.

Desde la Seremi de salud, indicaron a través de un comunicado que acatarán la reincorporación de Mario Méndez conforme a la ley, advirtiendo que la petición fue realizada de manera personal por el funcionario despedido, sin el apoyo de ninguna asociación gremial.

Además, el jefe de gabinete del seremi de Salud, Renato Rodríguez, criticó las declaraciones de Darma López, indicando que la Contraloría solo se ha pronunciado inicialmente por los dos casos ya resueltos, y hablar de más personas que deban ser incorporadas es irresponsable.

La dirigenta gremial acusó también que en la oficina de Aconcagua debe ser desvinculado Pablo de la Cerda, uno de los señalados por el ente contralor como parte de las tres jefaturas que deben cesar el contrato al interior de la Seremi de Salud, ya que los ingresos no se ajustarían a los procesos legales, ni cumplirían con los requisitos establecidos.

Según López, de la Cerda no debió ingresar desde el comienzo porque no pasó por ningún proceso de selección comprobado y además, como Pamela Ossandón llegará al mismo cargo que él ostentaba, por lógica debe dejar su puesto.