Las Mujeres en Zona de Sacrificio de Quintero, el sindicato S-24 de pescadores y el Consejo Consultivo de Salud del Hospital Adriana Cousiño se reunieron con el subsecretario de las Fuerzas Armadas Juan Francisco Galli, para solicitar que la armada no entregue el permiso de uso de borde costero a la extensión del muelle de Oxiquim.

La visita gestionada por el diputado Andrés Longton, surge a partir de las críticas que la iniciativa tiene, luego de que el Consejo Regional de Valparaíso solicitara que se congelaran los proyectos de extensión del denominado cordón industrial, a partir de la crisis medioambiental que atraviesa la zona.

María Araya, presidenta del consejo de salud del hospital, se refirió a la presentación que hicieron a Galli y sobre los diversos niveles de afectación que el proyecto va a generar, indicando que la Armada analizará su petición.

“Tienen la última palabra sobre el tema del proyecto y ¿por qué? porque justo estábamos hablándoles sobre el tema de contaminación que hubo en Quintero y Puchuncaví, lo que nos perjudicaría tanto en temas medio ambientales como también en el mar, tanto a los pescadores y a la comunidad en general”, sostuvo Araya.

El diputado Andrés Longton, indicó que en el diseño de este terminal, no se consideraron todas las consecuencias medioambientales que puede traer al borde costero y a las aguas. En particular, preocupa el fondo marino y el daño que la presencia de metales pesados podría generar a la fauna del sector.

“Va a atraer implicaciones muy negativas para el medio ambiente de una zona que ya ha sido castigada y está siendo castigada hace más de 50 años, le pediremos a la autoridad marítima que nos haga llegar el informe que remitió a la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas señalando la conformidad respecto a las medidas de seguridad“, manifestó el parlamentario.

Por su parte, Hugo Poblete, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales S-24 de Quintero, indicó que se apoyaron en un informe de la Universidad Católica de Valparaíso, para argumentar el daño que va a producir a la actividad pesquera el proyecto.

“El sedimento en la bahía donde está más contaminado es justamente donde se van a remover 830 mil metros cúbicos de este sedimento que está con cobre, selenio, molibdeno y va a ser vertido a tres kilómetros de uno de los últimos caladeros que van quedando, que es la Farellones de Horcón”, planteó.

Pese a que esta mañana entró en vigencia el plan de descontaminación, aún permanece en duda si habrá modificaciones al plan metropolitano de Valparaíso, para gravar como áreas verdes las hectáreas que actualmente están a disposición de las industrias de la zona, para que puedan agrandarse.

En más de una ocasión la Intendencia Regional planteó que depende de la Subsecretaría de la Armada como organismo completamente independiente definir si da curso a la extensión de la empresa química en Quintero.