La costumbre dice que el más esperado por los niños y niñas durante estos días habitualmente llega entrando por el techo o las chimeneas de las casas. Entonces, la gran pregunta que se hacen muchos pequeños es cómo lo hará el Viejo Pascuero cuando deba repartir regalos y alegría en miles de departamentos de la región de Valparaíso y el país.

La solución no la tiene en el Polo Norte, sino que en la región, porque un grupo de intrépidos limpiavidrios de edificios -los mismos que diariamente arriesgan su vida colgando de enormes alturas- reemplazaron sus habituales uniformes por el tradicional atuendo del querido personaje.

Ahora junto con llevar limpieza a esos vientos de ventanas, también llevan cariño a las familias.

Eugenio Messina, uno de estos trabajadores y hoy convertido en embajador oficial de Papa Noel en Concón, relató cómo se han vivido los primeros días que han realizado esta curiosa iniciativa.

Tanto él como los otros cinco pascueros de las alturas son parte de la empresa Fast Vertical, especializada en la entrega de este servicio para distintos edificios de la región de Valparaíso.

Ahora mezclan sus herramientas de costumbre con caramelos y decenas de cartas que deben entregarle al Viejo Pascuero. Pero también cargan el cariño de todas aquellas personas que se sorprenden con su presencia.

Por eso asegura que para otras fiestas, no descartan repetir esta experiencia.

Ahora, previo a la Navidad están felices de llevar adelante esta iniciativa, pero además dicen que hay que recordar que lo más importante no son los regalos, sino el cariño, alegría y fraternidad que las personas pueden vivir por estos días.

Cedida
Cedida
Cedida
Cedida
Cedida
Cedida
Cedida
Cedida